Conductores, al borde de un ataque de nervios


Llegar a territorio venezolano, utilizando el puente que comunica a Villa del Rosario con San Antonio del Táchira, se ha convertido en un dolor de cabeza para los viajeros, transportadores, peatones y habitantes de una de las fronteras más dinámicas de América Latina. Un recorrido que en carro no debería tomar más de 2 minutos, a veces se demora una hora.

“Si tiene afán es mejor que no viaje o se regrese, porque después de que uno pasa el Templo Histórico de Villa del Rosario no sabe con qué se va a encontrar. Puede que no haya mucho trancón y está en San Antonio en 15 minutos o puede que eso esté a reventar de carros y le tome una hora o hasta más llegar”, afirma con pesar el mismo conductor, curtido en el oficio del transporte fronterizo con su viejo Fairlane 500.

El sol incandescente, la brisa que levanta el polvo e impide la visión y los vendedores ambulantes que viven del rebusque vendiendo agua, gaseosas, chicles, cigarrillos, bolívares, jugos, limpiando parabrisas y hasta ‘pasando carros’, es el panorama que a diario deben soportar quienes quieran ir a comprar, pasear o visitar a alguien del otro lado del río Táchira.

La culpa es de los venezolanos
Para los que están del lado colombiano y aún no llegan a tocar siquiera el puente internacional, la culpa es de la Guardia Nacional venezolana. Los controles y requisas que hacen a la mayoría de los carros y motos que pretenden ingresar a territorio venezolano terminan por exasperar a los conductores que, en medio del bullicio y el conductor vecino que pretende robarle el puesto, se desquitan sin piedad con la bocina.

El ruido no sólo es ensordecedor, altera los ánimos y genera disputas.
“Aquí sentada he visto pelear a medio mundo. La gente se desespera por la fila tan larga y el ruido de las bocinas”, manifiesta una joven que vende bolívares desde las 7:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde en La Parada.


La culpa es de los colombianos
Dos uniformados de la Guardia Nacional venezolana, apostados a la salida del puente internacional Simón Bolívar, afirmaron que la culpa es de ‘los colombianos’. “Allá, si usted se fija, son 4 carriles que terminan en uno solo al llegar al puente. Por eso los trancones. En cambio, acá son dos carriles y como casi todos los carros se revisan, el paso sobre el puente no es traumático, pues van saliendo de uno después de la requisa”.
Al preguntárseles sobre las filas que esas requisas generan del lado colombiano, sólo respondieron que “a todos los carros hay que revisarlos, salgan o entren a Venezuela, pues uno no sabe qué puedan sacar o pretender meter a nuestro país”.

La culpa es de la autopista
Varios conductores interrogados acerca del caos vehicular que se forma en las proximidades del puente internacional, afirmaron que lo que ha faltado es rediseñar el ingreso.
“Hasta ‘La Y’ que marca la entrada a La Parada, la autopista está en buen estado. Pero después de ese punto todo se desorganiza y el afán por conservar o robarse uno de los dos carriles, casi siempre termina en un accidente. Lo que hace falta es el rediseño de los últimos 300 metros antes de llegar al puesto de control aduanero colombiano”, sostuvo un conductor de servicio público.


La culpa es del puente
Mañana, cuando se cumplen 49 años de inauguración del puente Simón Bolívar, sería un buen momento para pensar en la posibilidad de su ampliación a 4 carriles, lo que descongestionaría en gran medida el flujo de vehículos que a diario soporta.
Alexis Balza, director de Política de la Gobernación del Táchira y responsable de las celebraciones en torno a este hecho, manifestó que “las remodelaciones que se le van a hacer al puente por sus 50 años no implican grandes inversiones. Va a ser algo más bien como de embellecimiento de la fachada y cambio de algunas luminarias. La gran inversión sobre ese puente lo debe hacer el gobierno central de Venezuela, pero sé que ese gasto no está en los planes del gobierno en estos momentos”.


Falta de autoridad
Mototaxistas que trabajan llevando pasajeros de un lado al otro de la frontera manifestaron que gran parte del caos vehicular que se vive en el paso fronterizo obedece a la falta de autoridad que impera en la zona.

“No es sólo el contrabando, es todo lo que aquí se mueve y frente a lo que nadie dice nada. Con nuestro trabajo ayudamos a que sea menos la congestión vehicular, pues muchas personas prefieren guardar sus carros en La Parada o San Antonio y viajar en una moto pues no se aguantan los trancones. Ahí debería permanecer el tránsito todo el día imponiendo orden. En esta zona de La Parada hay un choque y los conductores deben arreglar a las bravas o con plata, porque el tránsito nunca aparece por acá”, relató un mototaxista que lleva tres años viajando entre los dos países.


Mi trabajo: ‘pasar carros’
Omar García tiene 48 años y trabaja en algo que pocas personas hacen en el mundo. Su oficio no aparece registrado muy a menudo: ‘pasar carros’.

“Yo llego a las 7:00 de la mañana y me paro en la salida que la gente habilitó corriendo unos tanques que habían puesto para evitar este paso. Esta salida es la que utilizan cientos de carros que, para evitarse los trancones de la autopista, acortan distancia metiéndose por el barrio La Parada, hasta que salen aquí, a 80 metros del puesto aduanero colombiano.

Me encargo de frenar los carros que vienen por la autopista para que ellos se metan. Por eso me tiran unas monedas, que en un día bueno pueden llegar a sumar $70 mil o, en un día malo, escasos $10 mil”.

“Yo trabajo aquí, de pie y al sol, 12 horas diarias. Mi mujer hace lo mismo del lado de la vía que conduce hacia Colombia. Allá está el retorno que hacen los carros que se han metido por debajo del puente. De esto vivimos mi esposa, mis dos hijas y yo”, manifestó Omar, quien no dejó de ‘pasar carros’ mientras hablaba con La Opinión.


“La Parada es mi dolor de cabeza”
Para la alcaldesa de Villa del Rosario, Emperatriz Misse Millán, desde el inicio de su administración el sector de La Parada ha sido el más difícil de atender.

“Las personas que viven del comercio informal en ese sector están acostumbrados a proceder de una manera que dificulta cualquier acción oficial.

El problema concreto del tráfico en esa zona es competencia de la concesionaria San Simón. Ellos son los encargados de rehabilitar ese corredor vial y de disponer, a través de un convenio especial que ellos hicieron con la Policía, las medidas que sean necesarias para el control del tráfico. Es la Policía de Tránsito la que debe hacerse presente allá.

Los guardas de tránsito que hay en Villa del Rosario no pueden operar en la autopista porque San Simón no se los permite. Ahora, con relación a la posible ampliación de la autopista, ese es un tema sobre el cual ya hay un proyecto en el Instituto Nacional de Concesiones (Inco) y que podría recibir un Conpes (Consejo Nacional de Política Económica y Social) en los próximos días para su realización.

Tomado de la Opinión

3 Realice Su comentario Aquí:

ARBENIS dijo...

ASI SE VIVE EN LA FRONTERA MAS IMPORTANTE Y COMERCIAL QUE TIENE COLOMBIA, UN "CAOS" TOTAL TODO EL DIA TODO LOS DIAS,Y NADIE HACE NADA POR SOLUCIONARLO,NUESTRA ALCALDESA VIENE A DECIR QUE NO ES RESPONSABILIDAD DE ELLA,QUE EL TUBO TUVO LA CULPA QUE TAL, SI A LOS FISCALES DE TRANSITO SAN SIMON NO LOS DEJA TRABAJAR ALLI, ENTONCES AMARRECE LA ENAGUAS Y HAGA QUE ELLOS PONGAN ORDEN EN LA PARADA, PERO A USTED HASTA ESO LE QUEDO GRANDE,

Anónimo dijo...

pero como van a mandar, los señores de transito, entonces quienes matraquean al pueblo,miguel zabala me robo $50.000 pesos para no hacerme el parte, por que me dijo que la multa valia $500.000 pesos entonces preferi el descuento que me hizo a control remoto, señores si hay policia de transito entonces para que tener mas cargas burocraticas en transito, esos señores hay algunos que no saben dirigirse alos conductores, ellos son los unicos que pagan el bolivar 2.50 y hasta 3 pesos,otro traqueto agrandado y falta de relaciones humanas, merece mas respeto un indigente del canal bogota que este mergumemo,otro diego cardona que pronto volvera porque su compadre sera el proximo alcalde.yo tambien fui agente de transito pero era mas reservado. att, tu concejal amigo

Anónimo dijo...

Si mientras estuve en el colegio en los recreos hubiera puesto un poco de Pink Floyd y en vez de estar haciendo el rezo mañanero nos hubieran puesto a tararear una canción de Nirvana ..seguramente hoy estaría en condiciones de cambiar el mundo.