La tragedia invernal en Colombia ha tocado a muchas personas en diferentes partes del mundo, que han querido solidarizarse con quienes lo perdieron todo y en un refugio esperan la mano amiga que les brinde una ración de comida para calmar el hambre o una frazada para protegerse del frío.
En el eje fronterizo Ureña-San Antonio, los venezolanos y colombianos que sienten como propio lo que está pasando al otro lado de la frontera, han dicho presente y están entregando ayudas.
El Consulado de Colombia en San Antonio hizo el llamado a los empresarios, comerciantes y ciudadanía en general para que aporte alimentos no perecederos, cobijas, ropa para adultos y niños, productos de aseo y otros elementos que en estos momentos son de vital importancia para los damnificados por el invierno.
La iniciativa fue liderada por el Cónsul de Colombia en San Antonio del Táchira, Carlos Alberto Barros Mattos, junto al equipo consular, que recibieron en la sede de la misión diplomática, en la avenida Primero de Mayo, todos los productos y elementos donados para los hermanos colombianos.
El miércoles en la tarde el Cónsul hizo entrega en la Gobernación de Norte de Santander, en la zona céntrica de Cúcuta, un primer lote de ayudas, que pasó de las seis toneladas.
Impactados por las desgarradoras imágenes que muestran los canales de televisión y diversos medios de comunicación, integrantes de dos cooperativas de Guasdualito (Apure), enviaron 30 toneladas de alimentos para los damnificados del Atlántico, valuadas en 300 millones de bolívares, que ayer fueron entregadas en La Parada (Villa del Rosario) por Numael Sepúlveda Ortiz a la Cruz Roja Colombiana.
Las ayudas fueron enviadas por las cooperativas El Nazareno representada por Wilmer Arellano y Lorena, por Numael Sepúlveda, que en Venezuela trabajan con el Programa de Alimentación Escolar (PAE), como proveedoras de los comedores escolares oficiales.
Entre los productos donados se cuentan arroz, leche, harina, sardinas en lata, atún, pastas, cereal para niños, entre otros productos no perecederos.
Una parte de los alimentos fue entregada a la Policía para que la llevaran hasta el refugio temporal en la escuela La Frontera, donde permanecen las familias damnificadas por el desbordamiento del río Táchira que inundó el barrio La Playa, en La Parada.
En el eje fronterizo Ureña-San Antonio, los venezolanos y colombianos que sienten como propio lo que está pasando al otro lado de la frontera, han dicho presente y están entregando ayudas.
El Consulado de Colombia en San Antonio hizo el llamado a los empresarios, comerciantes y ciudadanía en general para que aporte alimentos no perecederos, cobijas, ropa para adultos y niños, productos de aseo y otros elementos que en estos momentos son de vital importancia para los damnificados por el invierno.
La iniciativa fue liderada por el Cónsul de Colombia en San Antonio del Táchira, Carlos Alberto Barros Mattos, junto al equipo consular, que recibieron en la sede de la misión diplomática, en la avenida Primero de Mayo, todos los productos y elementos donados para los hermanos colombianos.
El miércoles en la tarde el Cónsul hizo entrega en la Gobernación de Norte de Santander, en la zona céntrica de Cúcuta, un primer lote de ayudas, que pasó de las seis toneladas.
Impactados por las desgarradoras imágenes que muestran los canales de televisión y diversos medios de comunicación, integrantes de dos cooperativas de Guasdualito (Apure), enviaron 30 toneladas de alimentos para los damnificados del Atlántico, valuadas en 300 millones de bolívares, que ayer fueron entregadas en La Parada (Villa del Rosario) por Numael Sepúlveda Ortiz a la Cruz Roja Colombiana.
Las ayudas fueron enviadas por las cooperativas El Nazareno representada por Wilmer Arellano y Lorena, por Numael Sepúlveda, que en Venezuela trabajan con el Programa de Alimentación Escolar (PAE), como proveedoras de los comedores escolares oficiales.
Entre los productos donados se cuentan arroz, leche, harina, sardinas en lata, atún, pastas, cereal para niños, entre otros productos no perecederos.
Una parte de los alimentos fue entregada a la Policía para que la llevaran hasta el refugio temporal en la escuela La Frontera, donde permanecen las familias damnificadas por el desbordamiento del río Táchira que inundó el barrio La Playa, en La Parada.
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