Los comentarios, opiniones, críticas o juicios aquí expresados, son propiedad de los internautas y no de villanoticias.com Villanoticias se reserva el derecho de rechazar aquellos comentarios que contengan agravios, calumnias, insultos, ataques a terceros, lenguaje inapropiado o cualquier comentario discriminatorio.
Dicho y hecho. Vino el representante de INCO y no se lo comieron vivo como dijo envanecida días atrás la abuela rodeada de los lobos del Concejo Municipal; antes por el contrario se tragaron entero las promesas del funcionario Roque Palomino quien no tiene poder de decisión dentro del organismo ya que su director nacional, Alvaro José Soto, y otros 4 funcionarios del instituto, fueron destituidos por hechos de corrupción en los primeros días de agosto por cuenta del propio Álvaro Uribe conjuntamente con un asesor del Ministerio de Trasporte.
De modo que las promesas distratorias que hubiera podido haber hecho para ganar tiempo ante el tumulto de peleles presentes en el cabildo con respecto a las 16 obras viales en la ciudad no tienen ningún efecto a futuro, máxime cuando todo mundo sabe que la Concesionaria San Simón, encargada de ejecutarlas, es una empresa de papel que no tiene liquidez, porque de otra forma las cláusulas del contrato a estas alturas ya hubieran sido satisfechas. Lo que permite afirmar por su actitud cómplice, que INCO es el más descarado alcahuete del incumplimiento de esta empresa fachada.
Pero, la capitanejana que le tocó en mala suerte al municipio para este cuatrenio salió negada para entender el manejo de cualquier cosa diferente a las mordidas de las contrataciones. No de otra manera se entiende su actitud de no dar una definitiva al proyecto del Sistema de Trasporte Masivo sino hay una obra en contraprestación para el municipio (léase graciosa retribución por estampar la firma).
¿Desde cuando las obras de interés general se supeditan al interés mezquino y descarado de una funcionaria interesada solamente en tasar su participación económica y la de sus lacayos?
Al final de sus declaraciones dice la acoquinada mandataria que “Villa del Rosario no tiene problemas de movilidad”. Y esta afirmación pone de manifiesto algo que siempre se ha sospechado de Emperatriz Misse: no ve más allá de sus narices.
Cuando Turbay Ayala entregó el edificio del Hospital Erasmo Meoz sus enemigos políticos que no le perdonaron sus saturnales de fauno en el Club Comercio dijeron que era un elefante blanco imposible de amoblar y de dotar de equipos quirúrgicos. Hoy, ese mismo centro hospitalario no tiene cama para tanta gente. ¿Qué tal que su opinión hubiera sido que el tamaño de la ciudad no daba para una obra de esta envergadura?
Así que resulta una torpeza por parte de esta campechana decir que no hay problema de movilidad cuando un traslado a horas picos en la ciudad a lo largo de la calle 7 y de las carreras 7, 8 y 9, se convierten en un pandemonio por la cantidad de vehículos, motos, estudiantes y personas que se desplazan en un caos general hacia sus casas sin autoridades de tránsito o de la policía que traten de encausar el despelote general. Hay un problema de movilidad en La Parada cuando el traslado a la cabecera del Puente Internacional le toma a nuestros trabajadores 30 minutos aproximadamente para cubrir los 3 kilómetros que la separan del centro de la ciudad. Y hay otro problema de movilidad que genera la presencia de vendedores ambulantes y motocicletas que estacionan en las aceras de los establecimientos públicos.
Pero si esto no es suficiente para entender que se cierne un problema de congestión por el crecimiento de vehículos motorizados en el municipio veamos la cantidad de ellos que hacen ocupan las vías principales y periféricas de la ciudad y que no pagan ningún tipo de impuesto al municipio o la nación porque son carros de matrícula venezolana que andan como ruedas sueltas sin pertenecer formalmente a ninguna organización de trasporte y que se toman las calzadas como zonas exclusivas de estacionamiento.
En fin, es increíble tanta torpeza y estrechez de miras juntas en esta alcaldesa.
1 Realice Su comentario Aquí:
Dicho y hecho. Vino el representante de INCO y no se lo comieron vivo como dijo envanecida días atrás la abuela rodeada de los lobos del Concejo Municipal; antes por el contrario se tragaron entero las promesas del funcionario Roque Palomino quien no tiene poder de decisión dentro del organismo ya que su director nacional, Alvaro José Soto, y otros 4 funcionarios del instituto, fueron destituidos por hechos de corrupción en los primeros días de agosto por cuenta del propio Álvaro Uribe conjuntamente con un asesor del Ministerio de Trasporte.
De modo que las promesas distratorias que hubiera podido haber hecho para ganar tiempo ante el tumulto de peleles presentes en el cabildo con respecto a las 16 obras viales en la ciudad no tienen ningún efecto a futuro, máxime cuando todo mundo sabe que la Concesionaria San Simón, encargada de ejecutarlas, es una empresa de papel que no tiene liquidez, porque de otra forma las cláusulas del contrato a estas alturas ya hubieran sido satisfechas. Lo que permite afirmar por su actitud cómplice, que INCO es el más descarado alcahuete del incumplimiento de esta empresa fachada.
Pero, la capitanejana que le tocó en mala suerte al municipio para este cuatrenio salió negada para entender el manejo de cualquier cosa diferente a las mordidas de las contrataciones. No de otra manera se entiende su actitud de no dar una definitiva al proyecto del Sistema de Trasporte Masivo sino hay una obra en contraprestación para el municipio (léase graciosa retribución por estampar la firma).
¿Desde cuando las obras de interés general se supeditan al interés mezquino y descarado de una funcionaria interesada solamente en tasar su participación económica y la de sus lacayos?
Al final de sus declaraciones dice la acoquinada mandataria que “Villa del Rosario no tiene problemas de movilidad”. Y esta afirmación pone de manifiesto algo que siempre se ha sospechado de Emperatriz Misse: no ve más allá de sus narices.
Cuando Turbay Ayala entregó el edificio del Hospital Erasmo Meoz sus enemigos políticos que no le perdonaron sus saturnales de fauno en el Club Comercio dijeron que era un elefante blanco imposible de amoblar y de dotar de equipos quirúrgicos. Hoy, ese mismo centro hospitalario no tiene cama para tanta gente. ¿Qué tal que su opinión hubiera sido que el tamaño de la ciudad no daba para una obra de esta envergadura?
Así que resulta una torpeza por parte de esta campechana decir que no hay problema de movilidad cuando un traslado a horas picos en la ciudad a lo largo de la calle 7 y de las carreras 7, 8 y 9, se convierten en un pandemonio por la cantidad de vehículos, motos, estudiantes y personas que se desplazan en un caos general hacia sus casas sin autoridades de tránsito o de la policía que traten de encausar el despelote general. Hay un problema de movilidad en La Parada cuando el traslado a la cabecera del Puente Internacional le toma a nuestros trabajadores 30 minutos aproximadamente para cubrir los 3 kilómetros que la separan del centro de la ciudad. Y hay otro problema de movilidad que genera la presencia de vendedores ambulantes y motocicletas que estacionan en las aceras de los establecimientos públicos.
Pero si esto no es suficiente para entender que se cierne un problema de congestión por el crecimiento de vehículos motorizados en el municipio veamos la cantidad de ellos que hacen ocupan las vías principales y periféricas de la ciudad y que no pagan ningún tipo de impuesto al municipio o la nación porque son carros de matrícula venezolana que andan como ruedas sueltas sin pertenecer formalmente a ninguna organización de trasporte y que se toman las calzadas como zonas exclusivas de estacionamiento.
En fin, es increíble tanta torpeza y estrechez de miras juntas en esta alcaldesa.
Publicar un comentario