En la Casa de Santander se presentaron cuatro proyectos ambiciosos para la Zona Histórica


Con la presentación del diagnóstico socioeconómico del patrimonio histórico de Villa de Rosario se puso en marcha la metodología del Plan Especial de Manejo y Protección de Patrimonio en Norte de Santander.

Desde enero, un grupo interdisciplinar integrado por economistas, abogados, ingenieros, arquitectos, entre otros, inició la recolección de información para generar una propuesta de mejoramiento de imagen de los lugares emblemáticos de este municipio histórico.

En el encuentro llevado a cabo esta semana en la Casa de Santander se expuso parte de este estudio, en el que a su vez se presentaron propuestas de recuperación.

Estos proyectos buscan no sólo la restauración de emblemas en los diferentes puntos de la Villa Antigua, sino el centro urbano de este municipio.

Además apuntan a la articulación de estas localidades de Villa del Rosario, que por su topografía denotan diferencias espaciales y culturales.


Los proyectos

En el encuentro los consultores del plan tuvieron espacio para exponer el diagnóstico y las propuestas que dan solución a las problemáticas identificadas.

Asimismo el encuentro convocó a los diferentes actores involucrados en el plan para establecer la importancia de cada uno de los proyectos propuestos.

En este sentido la comunidad escogió cuatro iniciativas que se enfocan en la restauración de emblemas.

Uno de estos apunta a la recuperación de la Zona Histórica, en el que se quiere desviar la vía de la autopista internacional que separa este sector con centro del municipio. Esto con el fin de promover el turismo y mejorar la infraestructura de las viviendas aledañas a esta ruta.

Dentro de la recuperación del centro urbanístico se tiene previsto restaurar la carrera Séptima, La Plaza de Mercado y la Plaza de la Virgen.

Para que todo este compendio de iniciativas tenga un soporte financiero, se propuso la construcción del centro binacional de negocios, en el que se ofrecerá un espacio para el encuentro y la concertación empresarial.

Por último se vio la necesidad de crear un ente gestor público y privado que ejecute cada uno de los puntos del plan.


Financiación

Jenny Astrid Vargas Sánchez, arquitecta del Grupo de Protección de la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura, explicó que dentro de las funciones que cumple la cartera nacional no está la financiación de los proyectos incluidos en el plan.

Sin embargo, el ministerio está en la tarea de hacer el seguimiento y ofrecer la asesoría necesaria para que todas las actividades se puedan ejecutar.

Para esto recomendó el fortalecimiento del turismo en esta zona fronteriza aprovechando su riqueza cultural e histórica.

Ante la complejidad de las propuestas se crea la necesidad de conseguir inversionistas, “en donde no necesariamente tiene que apoyar un proyecto altruista sino rentable”, apuntó Vargas Sánchez.

El próximo encuentro se desarrollará en agosto, en el que se iniciará la metodología de ejecución de todas las propuestas.


¿Qué arrojó el diagnóstico?

Luego de seis meses de investigación se identificaron algunos inconvenientes en el funcionamiento social y económico.

La conclusión que determinó parte de las propuestas es que la ubicación del centro histórico no permite su fácil acceso.

Otro de los aspectos que se resaltan es que los habitantes de Villa del Rosario sólo relacionan el patrimonio histórico con el complejo histórico y se desconoce las edificaciones en el centro de este municipio.

Villa Antigua y los demás sectores tienen una arquitectura y distribución diferente lo que evita que se conciba como una sola ciudad.

Dentro del aspecto ambiental, y aunque no se vaya a intervenir, se pudo determinar que han aumentado los asentamientos en las quebradas ubicadas en esta zona, lo cual se proyecta como una problemática ambiental que no sólo provocaría derrumbes sino pérdidas humanas.

1 Realice Su comentario Aquí:

Rafael Jaimes dijo...

Indigna cómo Eliana Jaimes, con siete años de parasitar en la Casa de la Cultura viene a decirnos que los bienes emblemáticos de Villa del Rosario son “la carrera séptima, la plaza de mercado y la plaza de la Virgen”.

¿Que la carrera séptima es más importante históricamente que la calle Monseñor Estévez o la Avenida de la Gran Colombia y las viejas edificaciones que hay a lo largo de ellas?... Esta sí es la tapa.

¿Que la plaza de mercado sea otro icono de la ciudad cuando esa construcción no tiene más de cinco años? Qué torpeza...

¿A qué plaza de la Virgen se refiere? ¿A la del barrio Fátima? En este caso resultan más simbólicas como patrimonio material las hermanas Castiblanco que esa imagen de finales de los años 50 que le cambió el nombre al barrio La Pesa.

En el municipio los empleados lambones de la alcaldía tienen la pésima costumbre que cuando se desplaza un funcionario lenguaraz de Bogotá a ‘viaticar’ le creen todas las sandeces que dice, y el jefe de la respectiva cartera le hace la segunda voz (Eliana tiene con qué).

Molesta el manoseo de la arquitecta del Ministerio de Cultura que hace el ‘diagnostico’ (desviación de la Autopista Internacional en el sector histórico, la construcción de un centro binacional de negocios y otras cuantas pamplinadas más), para decir: “Bueno, dentro de las funciones que cumple la cartera nacional no está la financiación de los proyectos incluidos en el plan de restauración”. “Se crea la necesidad de conseguir inversionistas”… En realidad, dan ganas de mandarla al lugar adecuado.

El gobierno anterior en acompañamiento con la U. de Pamplona presentó en Bogotá el proyecto de un Centro de Convenciones, con planos y soportes de factibilidad que iba por buen camino; pero la anemia ostensible de esta administración que se duerme cuidando un león no hizo absolutamente nada por él, y se quedó olvidado en los anaqueles de la capital.

Así que, ¿cómo creerles a estos lagartos del Ministerio de Cultura y a los aspavientos de una alcaldesa que ha demostrado su náusea por nuestros valores regionales y su gente?

Este es otro castillo de naipes para ilusionar tontos. Y los advenedizos no son precisamente quienes reivindiquen nuestro patrimonio tangible e intangible.

Que sepamos, la cultura de los rosarienses no es la pera que cuelga del olmo capitanejano o boyaco.