Por: Carlos Arturo Andrade Fajardo
A mediados de junio del año pasado, en mi columna habitual, con el título ‘que desorden’, le hice un llamado de atención a la alcaldesa de Villa del Rosario, Emperatriz Misse, sobre el tortuoso calvario que soportamos los conductores y pasajeros que por alguna razón nos vemos precisados a viajar al hermano país, Venezuela. Le manifestaba-en esa ocasión- la utilidad que representaba, el que se iniciara prontamente el arreglo de los sardineles a lo largo de aproximadamente trescientos metros lineales, sobre la vía previa a la alcabala colombiana, que evitara el que los automotores se colaran. También- le dije en mi escrito- que muchachos y adultos, se especializaban, por unas monedas, en atravesárseles a los vehículos que ordenadamente iban juiciositos, sudorosos, eso si, haciendo cola para ingresar a territorio Venezolano, para meter abusivamente a unos ‘vivos’ especializados en adelantarse. Esta misma observación, en su oportunidad, se la hice al alcalde Socha y nada, nadita de nada. Una persona muy cercana a la alcaldesa, me confesó, que no se podía hacer nada porque existía mucha presión. La verdad no entiendo y no se me puede venir a la cabeza, que alguien pueda verse perjudicado porque se ordene el tráfico en la frontera. Al contrario, muchos serán los beneficios para la movilidad. Si hubiese hecho caso- la alcaldesa- hoy estaría viva la señora Claudia Patricia Mora Matos, que murió en el hospital Erasmo Meoz, donde fue conducida después de ser arrollada por un tractocamión que iba en reverso ( La Opinión, 4 de julio 2009). La desafortunada señora, ayudaba a los conductores para que se metieran al carril para cruzar hacia Venezuela, a cambio de unas monedas para subsistir (reseña el mismo periódico). El caso ocurrió en la Parada (Villa del Rosario), el 2 de julio, a las 4.00 de la tarde. Y así como esta señora, hay niños que cumplen con la misma tarea, corriendo el riesgo de ser atropellados o maltratados de palabra u obra. No pocos incidentes se registran a diario entre conductores por querer cruzar a la mayor brevedad la frontera. Y no es para menos. A veces pasan largas horas y no se mueve el tráfico, porque simplemente existen unos más ‘vivos’ que otros. Señora alcaldesa, por favor, es un pedido que a gritos lo está pidiendo la comunidad. Ordene la movilidad en esa zona del municipio. No es significativa la inversión, pero si mucho el beneficio. En la salida de Venezuela por San Antonio del Táchira, en el pasado se formaba igualmente tremendo caos. Si allá se toman acciones constantemente para ordenar la salida, aquí ¿por qué no? No espere que suceda otro percance. ¡No señora!
Tomado de la Opinión
1 Realice Su comentario Aquí:
Escucha más una pared. Este es otro de los males de esta pésima administración. La movilidad es un desastre en Villa del Rosario agravada por las obras de reparcheo (no pavimentación) de la concesionaria de los hijos de Uribe, Tom y Jerry, San Simón.
A propósito del periodista Carlos Arturo Andrade: Cuando fue contralor del departamento le recibió dineros a Carlos Socha para que no lo sancionara. Es un corrupto.
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