"Hay desbandada en Convergencia Ciudadana", dice politólogo de Santander

Tras la detención de dos ex parlamentarios y del fundador y ex presidente de Convergencia, Luis Alberto Gil, el grupo político está en crisis. Dirigentes activos precisan que el partido no morirá.
En su peor momento político, desde su creación en julio de 1997, Convergencia Ciudadana afrontó la semana pasada la detención de su creador, Luis Alberto Gil, y los ex representantes a la Cámara, José Manuel Herrera y Alfonso Riaño.
Esta situación, según un análisis particular, se suma a otros hechos que terminarían por reducir al grupo a un movimiento regional, como en sus inicios en Santander.
Así lo considera Julio Acelas, principal politólogo de la región, quien en un estudio local concluyó que Convergencia retornará a su núcleo original como una pequeña fuerza que comenzó con un diputado en la Asamblea de Santander.
"Allí se presenta una desbandada. Convergencia era una confederación de pequeños grupos y en las elecciones de hace dos años hombres claves apoyaron al liberal Horacio Serpa para la Gobernación.", deduce el politólogo.
A esta situación, según Acelas, se suman las sindicaciones de nexos con paramilitarismo que llevaron a la cárcel a los tres dirigentes detenidos y a rendir indagatoria al ex gobernador de Santander, Hugo Aguilar Naranjo.
El reconocido analista político califica de 'detonante' para el movimiento la condena a 7 años del senador por Magdalena Luis Eduardo Vives por vínculos con paramilitares; las informaciones que vincularían con DMG al senador Samuel Arrieta -quien reemplazó a Gil y es el actual presidente nacional del grupo- y los presuntos nexos con narcotraficantes del senador del Valle Juan Carlos Martínez.
"Un sector fuerte de Convergencia es el del ex gobernador Hugo Aguilar, señalado también de tener vínculos con autodefensas. A él lo afecta el hecho de que el ex representante Jorge Riaño, natural de Cimitarra (Magdalena medio) esté también sindicado por paramilitarismo", complementa Acelas.

"Convergencia está más fuerte que nunca"

A pesar del gris panorama que pinta el politólogo Julio César Acelas, el presidente del directorio municipal de Convergencia en la capital santandereana, Celestino Mojica, asegura que el movimiento no va a desfallecer después de convertirse en las últimas elecciones en la sexta fuerza política del país con 7 senadores y 11 representantes a la Cámara.
Mojica, quien también es concejal en Bucaramanga, dijo que Convergencia está asumiendo el momento político con la misma madurez de los tradicionales partidos Conservador y Liberal.
"Si en algún momento entró un elefante al Palacio de Nariño y no pasó nada por qué tenemos que preocuparnos solo nosotros por una situación que está afectando a todo el país. El que esté libre de pecado que tiré la primera piedra", manifiesta el dirigente.
Según las cuentas de Mojica Convergencia, en las últimas elecciones, pasó en Santander de 110 a 238 concejales y de 14 a 30 alcaldes. En el país el movimiento tiene 828 concejales.
"El partido va a continuar porque hemos venido acrecentando nuestra fuerza electoral", agrega Mojica.
Aunque el gobernador Horacio Serpa -quien venció al candidato de Convergencia Didier Tavera- no quiso pronunciarse sobre la situación del partido político, expresa que "la política la tenemos que ejercer con transparencia. El país ni los tribunales van a seguir aceptando que se use la influencia y el poder de la política para lesionar el patrimonio público y afectar a la sociedad colombiana".
El senador liberal por Santander Hugo Serrano, uno de los principales contradictores políticos y crítico de Convergencia dice que aunque la actual crisis de Convergencia debería repercutir en el futuro del grupo político, no cree que finalmente esa situación afecte al partido.
"Todo lo que ha pasado debería repercutir al movimiento pero estamos en un país donde no pasa nada. A pesar de que es uno de los grupos más cuestionados del país, que desangraron las finanzas de Santander e hicieron política a base de dinero, acá la gente no tiene principios", sostiene Serrano.

Tomado del Tiempo