La Playa de La Parada, un viejo problema con rostro de mujer


Cada vez que llueve con fuerza en Norte de Santander hay un lugar que siempre da problemas. Se trata del barrio La Playa, en el corregimiento de La Parada (Villa del Rosario).Pegado al río Táchira, en el asentamiento las familias comen y duermen asediados por las aguas cuando baja la creciente. Muchos dependen de llevar y traer mercancías entre Colombia y Venezuela.El miércoles en la noche durante la evacuación preventiva, dos mujeres retrataron la situación que se registra en aquél sitio que le mordió el cauce a la corriente de agua.

Eterna espera

Embarazada y con dos hijos María Nossa es damnificada de la gran inundación ocurrida a comienzos de 2004. “Nada me solucionaron. El agua se llevó el rancho. Como tengo ayuda me tocó seguir ahí”, les dijo a los periodistas.Relacionó como al desempleo y los inconvenientes para pasar las mercaderías, ahora el río los atormenta, les da susto y genera presión ante la amenaza de una catástrofe.

Reclamó soluciones reales “comprobables con hechos y no con palabras” para llevar a un lugar seguro a quienes habitan a escasos centímetros y metros del río que separa a La Parada de San Antonio del Táchira.

Se declaró afectada por los trámites burocráticos. “Me hicieron llenar una cantidad de papeles para darme vivienda. Tengo la carta de damnificado pero no me entregaron el subsidio”. Le hizo un llamado a la Alcaldesa de Villa del Rosario, Emperatriz Misse Millán, para que tanto en su caso como en el de las demás familias, la administración adopte un plan definitivo de reubicación.

La incrédula

Sentada en una silla a la entrada de la vivienda permaneció Gladys Villarreal. Ahí estaba mirando hacia la calle por donde no corrían más los pequeños que fueron llevados a un lugar seguro.Vive allí desde hace 12 años. De la memoria no se le borró lo sucedido cuatro años atrás, un 13 de febrero. La creciente obligó a los pobladores a subirse a los techos con los niños y pasar la noche para que la corriente no los arrastrara. Después del amanecer la mayoría se concentró en un colegio mientras otros sacaban el barro y limpiaban las casas.-Qué saco con salir de aquí a mojarme. Mejor me quedo acá hasta ver qué pasa. Si uno se va vienen los ladrones y desocupan el rancho. -Que tal que me vaya por allá, me roben las cositas de la casa, sin cama donde dormir ni ropa para ponerme. A quién le va a pedir uno, a nadie.Gladys dijo no temerle al río que es su vecino, pues, pasa por la parte trasera de la casa. “Hace 15 días hubo una abundada y hace ocho días otra y aquí seguimos. A la casa se le mete el agua, pero uno de pone costales y ya”, relató.Dijo no tener un solo santo de su devoción porque se apega a todo el santoral para que la proteja de cualquier mal y peligro. A uno o varios ha venido rezándole para que le haga el milagrito del subsidio para tener una casa en un mejor lugar.

Respuesta de la Alcaldía

La alcaldesa Emperatriz Misse Millán informó que el 15 de octubre se hizo una evaluación del proyecto ‘Morichal’ con el Ministerio de Vivienda y el Fondo Nacional de Vivienda (Fonvivienda).Misse Millán reveló que el ingeniero constructor encargado del programa “se comprometió a entregar las casas el 30 de noviembre”.Precisó que a la Alcaldía le corresponde el acondicionamiento de las vías. “Como la obra vale $177 millones abrimos el proceso de licitación, el cual adjudicaremos el 22 de octubre”, explicó.Según la programación prevista por la administración local, entre el 15 y 20 de noviembre estarán listas las calles.A ese plan habitacional, cerca de Juan Frío, serán llevados los afectados por el invierno, favorecidos con subsidios de vivienda.


Tomado de la opinión

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