Una creciente polémica envuelve al Parque Gran Colombiano (Templo Histórico) debido a las estrictas y presuntas arbitrarias restricciones impuestas por los vigilantes del lugar, las cuales están limitando gravemente el acceso a visitantes, medios de comunicación y creadores de contenido para tomar fotos o grabar videos.
La situación, que se denuncia como un freno a actividades tradicionales de promoción turística, ha generado incomodidad y preocupación en la comunidad y el sector empresarial.
🚫 El Problema: Vigilantes Extralimitados
Según la denuncia, la problemática se centra en los celadores, quienes impiden la entrada con equipos de medios y cuestionan automáticamente a cualquier persona que intente registrar imágenes, incluso si no están haciendo nada indebido.
Aunque se reconoce que el Parque tiene sus reglas, se señala que la aplicación actual es excesiva y estaría yendo más allá de las directrices de la Casa General Santander, siendo supuestamente órdenes que vienen desde Bogotá.
📉 Impacto en la Economía Local
La rigidez de las restricciones está afectando directamente a negocios que dependen del flujo turístico, como una cafetería y la tienda de recuerdos del sector. Comerciantes expresan su preocupación sobre cómo podrán sobrevivir si se impide a los visitantes tomar fotografías o videos, elementos cruciales para la promoción y la experiencia turística.
❓ Denuncia de Trato Preferencial
A la problemática se suma la denuncia de un presunto trato preferencial: mientras a algunos se les permite grabar, promocionar productos o generar contenido, a otros se les prohíbe incluso tomarse una simple foto frente al Templo Histórico.
Este accionar crea una sensación de discriminación y limitación en un espacio que es considerado patrimonio de toda la comunidad de Villa del Rosario.
¿Qué está pasando realmente? La comunidad exige claridad sobre estas acciones y cuestiona por qué se sienten limitados en un espacio que les pertenece.




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