¿Miedo al paro nacional indefinido?


Por: Santiago Mazo Loaiza 
Coordinador de la Comisión de Ética y Veeduría
Asociación de Institutores de Antioquia – ADIDA.

“La mujer se desesperó. 
“—Y mientras tanto qué comemos —preguntó, y agarró al coronel por el cuello de la franela. Lo sacudió con energía—. Dime, qué comemos.
“El coronel necesitó setenta y cinco años —los setenta y cinco años de su vida, minuto a minuto— para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder.
— Mierda.”

Este es el final de la magistral novela “El Coronel no tiene quien le escriba” de nuestro Nobel García Márquez, y es lo que comeremos las y los maestros con nuestras familias si no salimos a las calles a dar la pelea por la nivelación salarial, nuevos criterios para ascenso en el escalafón, el régimen de salud, el Estatuto Único Docente y la educación pública estatal. 

El miedo huele a mierda, es lo que nos enseña Cervantes Saavedra en “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha”, en la aventura de las ruedas de Batán. 
Miedo a luchar es el sentimiento que perdió el pueblo colombiano según afirmó, en vida, en una nota periodística, el extinto Álvaro Gómez Hurtado, por lo cual exhortaba a los explotadores a encontrar nuevas formas de control social.
Crear miedo es una de las operaciones psicológicas utilizadas en la guerra fría sostenida entre los Estados Unidos y la desaparecida Unión Soviética, y que aún intenta –en vano- aplicarse en Colombia contra los luchadores sociales entre los cuales nos encontramos las y los maestros. 

Desarrollo de operaciones de guerra psicológica –entre las cuales se encuentra el miedo- e impulso de “campaña de rumores” son estrategias contenidas en “el golpe suave” ideado por Gene Sharp para destruir democracias molestas al imperio y que sirven de amenaza a los movimientos sociales y sindicales que protestan o reclaman. 

La liberación del miedo a las medievales estructuras de poder político-religioso y a sus tenebrosas instituciones inquisitoriales con purgatorio e infierno incluidos, fue lo que hizo posible que Dante Alighieri construyera la inmortal “Divina Comedia”.

Miedo fue el arma mortal –literalmente- que emplearon Papá Doc y Nene Doc para someter, humillar y saquear por largas décadas al pueblo haitiano, primer pueblo libertario de América.

Un gobierno que incumple los acuerdos es indigno y no hay porque tenerle miedo, indigno sería tenerle miedo 

Las maestras y maestros, organizaciones estudiantiles y comunitarias; movimientos campesinos, indígenas y afrodescendientes; sindicatos, centrales obreras e iglesias que abanderan las causas de los pobres y desposeídos; movimientos y partidos políticos y sociales, todos a una, como en Fuenteovejuna, de Lope de Vega, –hermosa lección de lucha protagonizada por las mujeres del pueblo así llamado-, demostraremos a las élites oligárquicas enquistadas en el poder, que estamos dispuestos a dar la batalla hasta conquistar el Pliego Nacional de Peticiones presentado por la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación FECODE, al unísono con otros sectores en conflicto, porque es la defensa de la re-pública, es decir, de lo público, de lo que pertenece a todas y todos. 
Sin miedo, para no tener que comer mierda durante los próximos setenta y cinco años, como el Coronel y su mujer, y oler a lo mismo según anticipa El Caballero de la Triste Figura.

Un gobierno que incumple los acuerdos es indigno y no hay porque tenerle miedo, indigno sería tenerle miedo.

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