El Gobierno Departamental, a través de la Secretaría de Fronteras y Cooperación Internacional, logró que las autoridades de Venezuela les concedieran permiso a las madres de Jennifer Rojas Pedroza y Belcy Álvarez Villamizar, ciudadanas colombianas retenidas en la cárcel Santa Ana de San Cristóbal, Estado Táchira para que viajen a esa ciudad fronteriza y estén al frente de la situación judicial de sus hijas.
Gladys Pedroza, madre de Jennifer, retenida por comprar alimentos de manera ilegal en San Cristóbal, manifestó el pasado lunes, se comunicó con ella el abogado que dispuso el cónsul de Colombia en el Estado Táchira, Sergio Arias, como una medida de apoyo del Gobierno Nacional para este caso.
Pedroza manifestó que el delito que se le imputó a su hija, se conoce popularmente como ‘bachaqueo’ (contrabando entre la zona fronteriza con Colombia) y actualmente ya completa 23 días privada de la libertad, sin poder ver a su pequeño hijo de 5 años.
La progenitora de Jennifer también reportó el caso de Belcy, quien es compañera en el mismo centro carcelario de su hija.
La secretaria de Fronteras y Cooperación Internacional de Norte de Santander, Judith Peñaranda Calderón, señaló que también se ofició el caso a la Cancillería para que conozca los hechos y se adopten medidas entre ambos países.
Explicó que en Norte de Santander no se manejan cifras claras de las personas que se encuentran en Venezuela retenidos por casos de ‘bachaqueo’ porque los familiares o allegados a ellos no solicitan ayuda ni reportan estos sucesos ante las autoridades colombianas.
“Hago la invitación para que todos aquellos connacionales que sientan violentados o sean víctimas de alguna situación similar en Venezuela, se acerquen a la Defensoría del Pueblo y a la Secretaría de Fronteras de Norte de Santander para poderle brindar la atención pertinente y coordinar la atención que requieran,” indicó, Peñaranda Calderón.
Recordó, que a pesar de no ser tan publicitados, la Gobernación mantiene una atención permanente a los connacionales que llegan por esta frontera deportados, o de regresos voluntario. A muchos de ello, una vez aquí, se les ha ayudado a regresar a sus ciudades de origen.
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