Las personas que acompañaban a Fabio Fernando Franco Duarte, de 27 años, habrían sido las mismas que le dispararon y, finalmente, le causaron la muerte, en un hecho de sangre en el que las autoridades descartaron inicialmente un simple caso de sicariato.
Los agresores, al parecer, fueron dos hombres. Sus identidades y rasgos físicos son un misterio. Investigadores de la Policía apenas lograron precisar que tras reunirse con Franco Duarte en la carrera 4 con calle 5 del barrio Piedecuesta, en Villa del Rosario, huyeron en una moto.
Testigos aseguraron que los desconocidos escaparon en una Yamaha RX-115, de la que no se dio a conocer ni los números y ni las letras de la placa.
“Descartamos que se tratara de un caso de sicariato. La víctima se encontraba con los sujetos que lo ultimaron. Le propinaron al menos tres impactos de bala en la cabeza”, afirmó el capitán Félix Clavijo, comandante del Tercer Distrito de la Policía Metropolitana de Cúcuta.
La cercanía entre el occiso y los atacantes deja abierta la posibilidad de que se tratara de un hurto, una venganza o retaliación, hipótesis que aún no tienen pruebas contundentes.
El capitán Clavijo sostuvo que el fallecido no tenía antecedentes penales. “No tenemos información que nos permita concluir que se trate de una caso ligado a bandas criminales”, explicó el oficial.
Franco Duarte fue baleado el domingo a las 8:20 de la noche. Policías rápidamente lo trasladaron a un centro médico de Villa del Rosario, de donde fue remitido al hospital de Cúcuta. Médicos reportaron su fallecimiento a las 11:20 de la noche.
Salió a comprar comida
Parientes de Franco Duarte relataron que salió a las 6:30 de la tarde a comprar comida, luego de lo cual no lo volvieron a ver con vida.
“De la casa salió solo. No sabemos qué pasó. Nos dijo que posiblemente iba a cobrar un dinero y luego a comprar comida. Creemos que ya se iba a regresar cuando le dispararon”, afirmaron sus allegados.
Sus seres queridos no descartaron que el ataque estuviera ligado a un hurto. Sin embargo, afirmaron que no se extraviaron sus pertenencias.
“Era comerciante. No tenemos conocimiento sobre amenazas en su contra. Jamás nos dijo que tuviera algún tipo de problema personal”, añadieron sus familiares mientras retiraban el cadáver de la morgue de Medicina Legal.
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