De todo pasó ayer en el puente Simón Bolívar entre La Parada, en Villa del Rosario, y San Antonio del Táchira, en Venezuela.
Mototaxistas de ambos países, que le pidieron a la Guardia Bolivariana que los deje trabajar y no les quite la gasolina de sus vehículos, lo cerraron en la mañana.
Hubo fuego, quema de llantas y leves pedreas. Algunos se ahogaron con el humo y otros, que no soportaron la situación, cruzaron por el río.
Pero lo que atrajo la atención fue el féretro que pasó en medio de la batalla campal. Estaba acordado que el funeral sería en San Antonio.
Los deudos, visiblemente afectados no solo por la pérdida de su pariente sino por la cantidad de obstáculos que encontraron en el camino, llegaron en un carro fúnebre y, hasta donde les fue posible llegar en cuatro ruedas, rodaron con el fallecido, que reposaba en un féretro color caoba.
Pero cuando el conductor del vehículo se percató de la situación, les dijo que hasta ahí llegaba, y que no podía cruzar, pues la cantidad de motos que ya se agolpaban a las 8 a.m. era tal que muchos preferían saltarlas, antes que pasarles por el lado.
Y desde esa hora ,los allegados, que prefirieron no revelar sus nombres, empezaron a pedir permiso a todos los líderes de la protesta para poder pasar por el puente. Aunque en medio de la refriega y las primeras negativas les dijeron que cruzaran por el río, como lo estaba haciendo la mayoría de personas que ayer requerían llegar a San Antonio o venir a Cúcuta.
Pero en medio del dolor accedieron y les permitieron cruzar, justo en momentos en que otros quisieron aprovechar ‘el desorden’ y se metieron en la fila, pero los mototaxistas no se les permitieron y volvieron a rociar gasolina como lo venían haciendo desde la mañana y hasta las 2 p.m., cuando se calmaron los ánimos.
Los permisos también se hicieron necesarios del otro lado, pero los mototaxistas venezolanos y la Guardia Bolivariana les permitieron el paso a éste, su último destino.
Así transcurrió una protesta más en el puente internacional, esta vez porque los mototaxistas se quejaron por los estrictos controles de la Guardia. Yeiber Cárdenas, uno de los 2 mil trabajdores en esta modalidad, afirmó que la Guardia les quita 3 de los 4 litros de gasolina que usan para trabajar, además de tenerlos más de hora y media en el trancón para los controles.
“Esto viene pasando hace 15 días porque llegó una nueva comisión de ese Ejército. Y quieren poner nuevas reglas, pero nos están dejando sin llevar nada de comida para la casa”. Al cierre de la edición se conoció que el bloqueo se levantó a las 3 p.m., con el compromiso de carnetizar a los mototaxistas y flexibilizar los controles.
Tomado de La Opinión
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