¿Qué pasa en la frontera colombo-venezolana?

Ante la crisis que ha vivido Cúcuta durante los últimos años y la falta de políticas públicas para generar empresa, industria y empleo, crece a pasos agigantados el trabajo informal como la principal actividad de Cúcuta y su área metropolitana. El tema se ha visibilizado recientemente gracias a que los ojos del mundo están puestos en Venezuela.

Esta informalidad, que supera el 72% según cifras oficiales y mantiene a la ciudad en el primer lugar del país con esta modalidad de trabajo, es representada en ventas ambulantes, venta de gasolina en las calles, venta de productos manufacturados (carteras, bolsos, tiras de brasier, correas, ropa interior, blusas, suelas de zapatos, pantalones, ropa de bebé, hallacas, entre otros) y venta de alimentos o productos venezolanos, entre otros; estos últimos salen del vecino país de manera ilegal, a la vista de guardias y policías de lado y lado de la frontera y son vendidos por unidades o al por mayor en sitios conocidos de la frontera colombiana, tales como “La Parada”, corregimiento del municipio colombiano de Villa del Rosario, la muy famosa “Calle Sexta” de Cúcuta o la Central de Abastos de esta ciudad, más conocida como Cenabastos.

Según testimonios de algunos habitantes de la frontera, miles de personas viven de esta última actividad: la compraventa de productos venezolanos de manera ilegal o contrabando, sin que se hayan encontrado fórmulas para acabar con este flagelo que afecta mayoritariamente a la República Bolivariana de Venezuela, hasta el punto de que hoy se le responsabiliza del desabastecimiento de alimentos y productos de primera necesidad en nuestro país.

¿Qué pasa en Venezuela en esta materia?

La economía Venezolana ha sufrido una caída que se incrementó en el último año, disparando la inflación, lo que ha hecho que el presidente Nicolás Maduro, anunciara el pasado 15 de enero durante su primer informe de gestión ante el Parlamento, la desaparición de la Comisión de Administración de Divisas -Cadivi-, la principal ventanilla para que las personas y empresas pidan dólares al Estado de Venezuela bajo el control de cambios; esta entidad fue reemplazada por el Centro Nacional de Comercio Exterior.

El mandatario venezolano explicó, en la misma alocución, que esos cambios son necesarios para acabar con las "mafias" que especulan con los dólares preferenciales que reciben del Estado al tipo de cambio oficial de 6,3 bolívares por dólar, lo cual es una cifra casi simbólica.

La Revista Portafolio en su edición del 16 de enero de 2014, afirma: “desde el 2003, cuando entró en vigencia el actual control de cambios, los venezolanos de a pie y los empresarios deben acudir al Estado para hacerse con dólares, en un proceso engorroso pero también lucrativo, ya que reciben divisas a un precio que en el mercado negro ilegal puede ser superado hasta diez veces”.

Esto ha dado pie, por ejemplo, a un auge de la migración entre los venezolanos que reciben un cupo de dólares al cambio oficial y ha incentivado también las importaciones. Sin embargo, a la luz de los anuncios de Maduro parece que la tendencia es a que cada vez menos sectores sigan operando con dólares preferenciales a 6,3 bolívares. Maduro llamó a fortalecer un sistema alternativo de asignación de divisas conocido como Sistema Complementario de Administración de Divisas –Sicad-, que complementó al principal, Cadivi, cuya desaparición fue oficializada.

La particularidad es que el Sicad asigna dólares mediante subasta a un tipo de cambio que está cerca de duplicar al oficial, lo que para los economistas consultados por Efe representa una "devaluación implícita" del bolívar y el fin de los dólares preferenciales para una gran mayoría de venezolanos.

Cada vez menos cosas quedarán a 6,30 y serán bienes importados por el Gobierno. Y todo el sector privado, paulatinamente, va a ir deslizándose hacia el Sicad. “Es una forma de devaluar sin decirlo", señaló a Efe el economista César Aristimuño.

Y continúa: “Los anuncios de Maduro se produjeron tras un 2013 en el que la economía creció un 1,6% (frente al 5,6% del 2012), golpeada por un recrudecimiento de los problemas de abastecimiento y por una inflación superior al 56%. El mandatario ha culpado de ello a los empresarios, a quienes acusa de librar una guerra económica contra su Gobierno, y ha prometido que la economía será la batalla clave de su segundo año como presidente de Venezuela”.

¿Qué hay detrás de las protestas en Venezuela y algunos sectores de la frontera en Colombia?

Las medidas que ha tomado el presidente Maduro repercuten en los habitantes de la frontera. Por un lado, el mandatario busca frenar el contrabando de alimentos que sale de su país hacia Colombia y que tiene a los venezolanos en crisis de desabastecimiento y, por otro, está la situación de los colombianos y colombianas en la frontera nortesantandereana que, ante el creciente desempleo y la difícil situación económica, se han visto en la necesidad de sobrevivir en el día a día con el contrabando proveniente de Venezuela.

La semana pasada se presentaron disturbios en la frontera colombiana en los que según datos de un medio local (La Opinión, 14 febrero 2014), “decenas de pequeños contrabandistas desataron disturbios en el sector de La Parada, amenazaron con incendiar las instalaciones de la Dian, en protesta contra los controles oficiales de Colombia y Venezuela en busca de erradicar el cuantioso contrabando fronterizo binacional”.

Además, asevera el medio, en los últimos días la Policía Fiscal y Aduanera -Polfa- incrementó su pie de fuerza en la región con la llegada de 100 hombres, para contribuir a la erradicación del paso ilegal de mercancías. Cuando la Policía llegó, los comerciantes guardaron los productos ilegales y cerraron todas las bodegas donde acumulan y ofrecen mercancías de contrabando traídos desde Venezuela.

El mismo día, la Agencia de Comunicación de los Pueblos Colombia Informa hizo presencia en el lugar de los hechos para conocer de cerca las razones de las protestas pero los interrogados se negaron a dar declaraciones por temor a ser señalados, excepto un trabajador de la zona que contestó a nuestras preguntas, omitiendo su nombre para evitar ser señalado y nos contó al respecto:

Entrevistado: El pasado jueves en horas del mediodía, supuestamente iba a llegar la Dian a una bodega donde tienen mercado pero de una vez llegaron todos los de alrededor, junto con los maleteros y formaron la protesta, se fueron todos para donde está el CAI de la Dian en la bolera en Villa Antigua y comenzaron a quemar cauchos y todo fue cerrado, los moto-taxis no podían trabajar y supuestamente había que apoyar la protesta.

Colombia Informa: ¿Cuál fue la explicación de la Dian para hacer presencia en el lugar?

Entrevistado: Supongo que porque hay mucho contrabando... ese es el trabajo de los maleteros, pasar el contrabando. Creo que ellos, “los de la DIAN”, no alcanzaron a entrar, al parecer fueron advertidos y cerraron todo alrededor. No dejaron que se entraran.

Colombia Informa: ¿Qué piden los manifestantes?

Entrevistado: Supuestamente, la protesta era para que el presidente Santos hablara con el presidente Maduro para que dejaran pasar el contrabando, algo así. A título personal, pedir al gobierno Colombiano que legalicen la situación de los moto -taxistas o transportadores de La Parada, aunque en Colombia casi no molestan.

Por su parte, los venezolanos que no quisieron dar su nombre manifiestan que los grandes proveedores o empresarios cierran sus bodegas y no les venden los alimentos; que la autoridad venezolana ha hecho operativos para hacerles abrir las bodegas y vender los productos, pero que lo hacen mientras está la autoridad y luego siguen en la misma situación; esperan que el presidente Maduro le ponga solución a la crisis.

El pago de giros de venezolanos a familiares colombianos

Otra de las situaciones que acentúan esta crisis, es la medida tomada frente a los giros que venezolanos envían a familiares colombianos y que el presidente Nicolás Maduro suspendió la semana pasada. Al menos 300 familias han vivido y dependido de estas remesas, al dejar ganancias representativas por el diferencial cambiario entre la tasa oficial y la tasa libre.

La dependencia económica de colombianos de la economía venezolana está generando controversia entre los mismos. Hay quienes culpan al gobierno del presidente Maduro, pero también hay quienes reclaman al gobierno del presidente Santos porque en esta región no se ve por ningún lado la inversión. Si bien el departamento produce arroz, petróleo, carbón, arcilla, que bien podrían haber generado industria y empleo para la población, no es suficiente para que los pobladores no se vean abocados a la economía del “rebusque” o economía informal, entre ellas el contrabando.

¿Cuáles pueden ser las salidas?

El Gobernador de Norte de Santander Edgar Díaz hizo un llamado ante un medio local para que el gobierno nacional tome medidas de choque y cree algunos empleos temporales para aquellas familias que se ven afectadas.

Sin embargo, algunos sectores y gremios económicos, entre ellos la Corporación Acción Nortesantandereana y Fronteriza –Canyfron-, solicitaron mediante documento dirigido al senador Clavijo: “un análisis a fondo de nuestras realidades y posibilidades, que no vienen siendo evaluadas, ni tenidas en cuenta, cuando se adoptan medidas de enfoque y trascendencia que llegan y van más allá de las fronteras”.

Proponen, entre otras cosas, generar por parte del estado algunas exoneraciones y facilidades en pago de impuestos a las empresas para incentivar la generación de empleo, la creación del Ministerio de Frontera, la reestructuración de las Corporaciones Autónomas de Desarrollo y las entidades con asiento además de vinculación a las regiones fronterizas. También, proponen empalmes e infraestructura vial más acorde con las necesidades de tráfico internacional, creación de sociedades conjuntas entre colombianos y venezolanos para impulsar el desarrollo industrial, agrícola y ganadero; creación de un banco colombo-venezolano que al mismo tiempo sea una gran Promotora de Inversión para la zona. 

Mientras tanto, los habitantes de Cúcuta y su área metropolitana continúan a la espera de soluciones definitivas a la crisis económica que vive la región.