Adiós nono

Fotografía Cortesía Edwin Durán,  durante el Cumpleaños 93 de Gustavo Castiblanco "HierroViejo" - "talento" tomada en Julio de 2013.

Por: Maria Fernanda Castiblanco 

A pesar de todo esto y la tristeza de tu partida, me siento agradecida por haberte tenido en mi vida, sin embargo se me llena el corazón de alegría al recordar momentos vividos junto a ti, aquellos paseos en tus piernas en un bus de la corta distancia hacia el parque Santander en donde te encontrabas con tus compañeros de jubilación, orgulloso por andar con la nieta que más se parecía a ti.

Fui creciendo y me diste el privilegio de que fueras como mi ángel de la guarda comprometiéndote a llevarme cada mañana al colegio y muy puntual a las 12 del medio día estar parado allí esperando a la niña… Así pasaron más de 6 años comprometido a cuidar de mí, para que esa ruta de casa al colegio no fuera peligrosa, paso el tiempo y la niña fue creciendo y no sabía cómo decirte que no me llevaras porque ya estaba grande para ir acompañada, con ayuda de mi madre y de mis tías te hicieron saber y aun así esperabas que saliera de la casa y a la distancia de una cuadra me ibas siguiendo verificando que no le fuera a suceder nada malo a la niña. 

Fui madurando y “FERNANDITA” como siempre me llamaste nunca creció, siempre fue la niña que llegaba de la universidad o del trabajo y preguntabas “mija como le fue en el colegio” 

Adiós Abuelo y gracias, porque me dejaste, una excelente madre unos maravillosas tías (o) y una grande y hermosa familia a la que siempre he amado, la cual tu mantuviste unida a través de los años bajo tu mirada cálida y cariñosa.

Adiós Abuelo y gracias, por todo, tus valores, tu manera de ver la vida siempre con un chiste pero siempre pensando en el bienestar de todos los que te rodeaban, por ser ese ejemplo, trabajador, luchador, EXCELENTE PADRE, EXCELENTE ABUELO, EXCELENTE HERMANO… En resumen un EXCELENTE HOMBRE.

A Dios, le pido que te guarde un lugar consigo, porque ya no serás mi Abuelo, serás un ángel que cuidará de mí desde el cielo y aunque me falte tu presencia yo te sentiré cerca de mí, en mis momentos tristes y de felicidad, porque cuando mas sola me encuentre yo sé que tu estarás ahí para apoyarme, cuidarme y protegerme como siempre lo hiciste.

Le doy infinitas gracias a Dios por habernos regalado hace 93 años el mejor hombre del mundo, ahora goza de tu sueño eterno sé que allá arriba estarás descansando como un rey, como te lo mereces.

Adiós nono… No me queda más por decirte que GRACIAS, GRACIAS Y MIL GRACIAS!!