Cientos de personas quedaron a ambos lados del puente internacional entre Colombia y Venezuela luego que el lunes, a partir del mediodía, el gobierno nacional ordenó el cierre de los pasos fronterizos como medida de seguridad con ocasión de la celebración de las elecciones municipales del próximo 8 de diciembre.
Mientras algunos intentan cruzar por los pasos regulares, otros buscan rutas alternas para cruzar el río Táchira, afluente que sirve de límite entre ambas naciones.
Andrés es tachirense radicado desde hace 10 años en Estados Unidos. Viajó a San Cristóbal para pasar algunos días con su familia y el lunes tenía programado el retorno a Florida y salir por el aeropuerto Camilo Daza en Cúcuta.
El viajero se trasladó desde San Cristóbal pasado el mediodía y al llegar a San Antonio del Táchira buscó opciones para pasar al departamento colombiano de Norte de Santander y tomar el vuelo. Explicó que no podía perder su avión porque desde Venezuela no había cupos.
Andrés describió que para él cruzar la frontera en circunstancias particulares fue toda una experiencia. Explicó: “Me cobraron tarifa mínima porque solamente llevaba un morral no tan grande y pasé el río con la ayuda de un amigo del motorizado que me hizo el servicio”.
La tarifa mínima son 300 bolívares y el precio se incrementa cuando la persona lleva equipaje pesado o varias maletas. Si la persona que requiere cruzar la frontera no desea mojarse, deberá pagar el doble por ir a las espaldas del ayudante del motorizado “que hace la vuelta” o servicio.
“No estaba tan alto el caudal y en cuestión de segundos está en tu mente decidir si pasas el agua turbia, posiblemente contaminada, o te quedas”, reveló Andrés. Al alcanzar la ribera colombiana del río Táchira, el joven viajero tomó un taxi rumbo a la terminal aérea y así concluyó su travesía.
La medida gubernamental del cierre de la frontera tomó por sorpresa a Andrés, al igual que a muchas personas que hacen vida en los límites de ambos países pues no es habitual que el paso se restrinja con tanta antelación (seis días antes de los comicios).
Otro tachirense consultado y que hizo el mismo trayecto por el río Táchira recomendó, basado en su experiencia, usar ropa vieja o desgastada para cambiarse al cruzar el río pues efectivamente no solamente está el riesgo de mojarse, sino que además es posible que el agua sucia afecte la vestimenta de quien debe exponerse a la particular “aventura”.
En fábricas de los municipios fronterizos de Bolívar y Pedro María Ureña, inclusive de Libertad e Independencia donde está empleada la mano de obra colombiana residentes en las localidades neogranadinas cercanas a la fronteras, hubo ausentismo a causa de la medida.
En San Antonio y Ureña algunos establecimientos comerciales no abrieron porque, según se pudo conocer, buena parte de sus trabajadores residen en Cúcuta y debido al cierre de la frontera no podrán volver a sus trabajos después de las elecciones municipales.
La presencia militar fue reforzada ayer en las riberas del río Táchira de manera de evitar el paso de personas por el afluente que sirve de límite entre Colombia y Venezuela.
Fuentes oficiales no autorizadas para emitir información oficial ratificaron que los pasos en frontera serán restablecidos el lunes 9 de diciembre a las 6:00 de la mañana luego del proceso comicial.
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