Padre e hijo quienes se dedicaría a la venta de marihuana Cripy, fueron detenidos en la urbanización El Cují

 
En el marco de la política nacional de seguridad y convivencia ciudadana del Gobierno Nacional, en la zona de frontera se adelantan acciones operativas encaminadas a contrarrestar el microtráfico, logrando la captura de padre e hijo quienes se dedicarían a la venta de marihuana.  
 
Tras varios meses de investigaciones tendientes a desmantelar un expendio fijo para la venta de marihuana, en la Urbanización El Cují del Municipio de Villa del Rosario, efectivos de de la Unidad Investigativa de Estupefacientes de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), capturaron a dos integrantes de la familia “Los Trimiño”, quienes tenían hábilmente acondicionada su casa con cámaras de seguridad, maniquís y un perro para evitar ser sorprendidos en flagrancia por las autoridades.
 
A través de una diligencia de allanamiento y registro ordenada por la Fiscalía, los investigadores capturaron en su residencia a Víctor Trimiño de 64 años y su hijo Cesar Augusto Trimiño Vargas, alias Cesar, de 27 años, quienes se encuentran solicitados por el Juzgado Segundo Penal Municipal con Función de Control de Garantías por los delitos de concierto para delinquir agravado  y destinación ilícita de bienes muebles o inmuebles.
 
En el operativo tendiente a desmantelar este expendio el cual de acuerdo con las labores investigativas adelantadas vendría funcionando hace aproximadamente dos años, también se incautaron 20 bolsas de cierre hermético que contenían aproximadamente 120 gramos de marihuana tipo Cripy y $1000.000 en billetes de diferente denominación, dinero que se presume sería producto de la venta del alucinógeno.
 
Durante el proceso investigativo en el que se desarrollaron labores de policías encubiertos y actividades de vigilancia previa autorización de la Fiscalía, se estableció que la venta del alucinógeno en dosis personales se haría de manera directa en la residencia por estas dos personas. Hasta este lugar llegarían los compradores para adquirir el producto ilícito que tendría un costo aproximado de $10.000 por cada dosis.
  
Llamó la atención que el inmueble había sido acondicionado con la instalación de varias cámaras de seguridad en diferentes puntos externos e internos, las cuales estaban conectadas directamente a televisores desde los cuales se podía monitorear los movimientos de personas así como la posible llegada de las autoridades, ante lo cual los implicados en la actividad ilícita lograrían descargarse de la sustancia alucinógena que comercializarían en el lugar.
 
Igualmente, tenían un perro de la raza Pitbull que permanecía en la entrada de la vivienda así como un maniquí con características de un hombre que estaba en un lote baldío ubicado al lado de vivienda, lo que simularía la presencia permanente de una persona en el lugar y con ello prevenir la llegada de extraños.
 
Los capturados junto con los elementos incautados fueron dejados a disposición de la autoridad solicitante y posteriormente recluidos en la penitenciaría de esta capital.  

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