¿Mataron a joven por robarlo o por venganza?

La sangre de Ángel Gabriel Galvis Rojas quedó en el pavimento, frente a una panadería de este concurrido y violento sector de la ciudad.

La muerte se volvió a pasear ayer por las calles del barrio El Callejón y esta vez tomó por sorpresa a un joven de 21 años, quien se constituye en la primera víctima de 2013 en ese violento sector de Cúcuta.

Un desconocido atacó a bala, a la medianoche, a Ángel Gabriel Galvis Rojas. El vendedor de muebles se encontraba comiendo con un amigo en un puesto móvil de comidas rápidas de la avenida séptima entre calles 3 y 4.

“Se levantó para preguntarle al vendedor cuánto le debía y pagar. En ese momento llegó un hombre y le disparó en la cabeza sin decir una sola palabra”, narró un testigo presencial del hecho a los parientes del comerciante.

El pistolero huyó rápidamente a pie, al parecer, acompañado por  un cómplice. “La otra persona que estaba con mi hijo dijo que se llenó de nervios y que nada pudo hacer. De la impresión, ni siquiera nos pudo precisar cómo eran los agresores”, afirmó el padre de la víctima.

El progenitor aseguró que desconoce los motivos que generaron el homicidio. Sin embargo, considera que se trató de una retaliación por un intento de hurto.

“Existen varias hipótesis sobre el hecho. Pero nosotros creemos que la más fuerte es la de un posible robo, que estaría ligado a una camioneta que él vendió hace unos ocho días”, añadió el papá. “Nada está confirmado. Era un joven que no se metía con nadie. Se dedicaba a su casa y a trabajar”.

El subcomandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), coronel Oscar Wilfred López Ortiz, dejó entrever que las investigaciones para esclarecer el crimen avanzan por buen camino.

“Algunas personas identifican al agresor como alias Beso”, aseguró el oficial. “El modus operandi apunta a que el asesinato tiene que ver con una venganza”.

En su reporte confirmó, además, que el cadáver presentaba dos impactos de bala en la cabeza.

Salió con unos amigos

El padre de Galvis Rojas relató que habló con su hijo, por última vez, la tarde del viernes. Cada uno iba en su motocicleta cuando intercambiaron unas palabras.

“Papi, en la noche subo a la casa a cambiarme la ropa”, dijo el joven. De ahí, no volvió a saber de él. 

La noticia del homicidio llegó en la mañana de ayer. Una persona fue hasta el barrio La Esperanza de Villa del Rosario a notificar la tragedia.

El mensajero “me dijo que lo mataron. Fue así que me enteré que había salido con unos amigos para ese sector de la ciudad”, dijo uno de sus parientes pidiendo reserva de su nombre para evitar poner su vida en peligro. “No conozco más detalles de lo que sucedió”.
(Tomado de la Opinión)

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