¿Y que pasó?



Por: Arnulfo Sánchez Dueñas
Es la pregunta generalizada de los aficionados, muchos no se conforman con saber con pelos y señales lo acontecido en el Aeropuerto Camilo Daza y se atreven aseverar que hay algo más, más de fondo, algo oculto o que simplemente no se está diciendo toda la verdad.

Tomara una frase de Chucho Acosta para entregar el concepto “No soy la verdad pero intento llegar a ella”:
1. Para nadie es un secreto que el equipo no estaba pasando su mejor momento económico y futbolístico en la ciudad de Yopal, las entradas al estadio siempre arrogaban perdidas entre 5 y 12 millones de pesos, en lo futbolístico se perdieron 11 puntos producto de 3 derrotas (Equidad, Cali, Tolima) y un empate (Junior).

2. Desde la ciudad muchos aficionados notaron que el equipo estaba huérfano en Yopal, sin afición, sin dolientes y a pesar de estar cómodos se observaba que los resultados no contribuían para el objetivo de NO DESCENDER o arriesgar con la PROMOCIÓN.
3. Con el equipo en Cúcuta no se garantizaba ni se garantiza una victoria, pero si un gran acompañamiento desde las tribunas y hacer sentir a los jugadores que existe una fe en ellos y en su fútbol, situación que les puede elevar el compromiso de reciprocidad y entregar con alma, vida y "huevos", todo de sí para ganar de local. Además una buena taquilla permitirá que se les cumpla en lo laboral como hasta el momento viene sucediendo.
He querido citar solo tres ítem de las muchas razones que existen para que el Cúcuta este hoy en la ciudad. A todas estas razones el técnico Oscar Héctor Quintabani las ROTULÓ con un no.
Los directivos fueron y han sido muy respetuosos con él, siempre y muchas veces en contra de sus propios conceptos aceptaron las pretensiones, solicitudes y respuestas negativas de Quintabani; todas las veces con el único propósito de NO PERMITIRLE EXCUSAS posteriores en caso de no cumplirse con el objetivo, sacrificando económicamente las arcas del equipo y el derecho de los aficionados de tener de nuevo el equipo en su ciudad; el último “capricho” en Yopal de Quintabani fue que el equipo jugaría frente a Quindío y regresaría a Yopal, que se le comparará como si fuera un partido de visitante, los directivos volvieron a decir SI.
Después no compartió la idea de un recibimiento y desde pidió que el vuelo fuera nocturno, de esa manera se evitaría lo programado:
1. Una Caravana de aficionados
2. Una Rueda de Prensa
3. Un Almuerzo con Prensa, Representante de Aficionados, Autoridades y Directivos, almuerzo que significaría el apoyo de todo un pueblo a la institución.
Se le propuso que después de la Rueda de Prensa el equipo quedaría “acuartelado” y a sin visitas ni entrevistas. A esto dijo NO y los directivos aceptaron su decisión, llegar casi a las 11 de la noche, pero con tan mala suerte para él porque en el aeropuerto llegaron aproximadamente 5000 hinchas a tributar respeto, admiración y querer por su divisa.
Quintabani ya traía su enojo y más cuando vio ese grupo de personas en el aeropuerto; de ahí en adelante todo se conoce, busco y encontró una excusa que le sirviera de “florero de Llorente” y apostó los flancos hacia el hotel, que la comida, que los cuartos, etc. Haciendo reclamos salidos de tono y lanzando improperios al personal del hotel; muy a pesar que Diego Mora – Presidente del Cúcuta Deportivo le pidió comprensión Quintabani no aceptó ninguna clase razones y soberbiamente en forma contundente tomo la decisión de dejar el equipo; lo que evidenció no asistiendo al reconocimiento de la cancha y tomando maletas hacia el aeropuerto.
Cuando el Presidente trato de convencerlo que no dejara el equipo, comprometiéndose a cambiarlos de hotel es más le confirmó que ya la orden estaba dada para alojarlos en el Bolívar y acceder nuevamente a sus pretensiones; fue tal la respuesta de Quintabani que terminó por llamara a Diego Mora “mocoso” refiriéndose a su juventud e inexperiencia en el fútbol, olvidándose que ese “mocoso” como lo calificó, fue de los pocos que creyó en él cuando solo sumo 4 puntos de 33 posibles en el torneo pasado, la reacción de Mora fue inteligente y solo le pidió respeto por su dignidad de Presidente de un Equipo como el Cúcuta Deportivo, a lo que Quintabani le dijo en tono alto y descortés que a quien tenían que respetar era a él que tenía más de 35 años en el fútbol; Mora respondió  que si era tan profesional porque dejaba tirado el equipo, a lo que Quintabani respondió con un “manotazo” que impacto a Jaime Perozo – Psicólogo del Cúcuta Deportivo, de ahí en adelante ya todo se convirtió en caos y espectáculo de quinta.
Hoy aplicando la frase de “a Rey Muerto, Rey Puesto” se quiere saber quién será el nuevo técnico; humildemente y con respeto les digo, conozco perfecta y claramente la lista de candidatos, pero no seré irresponsable en dar nombres, porque lo que más me importa es el partido frente a Quindío, para lo demás hay tiempo. 
Señores, saquen sus propias conclusiones. HE DICHO.

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