Policía rechaza propuesta de grupos de vigilancia privada en Villa del Rosario



Coronel Alvaro Pico Malaver, Comandante de la Mecuc.

Sentir que pueda existir una autoridad alterna a la fuerza pública en Villa del Rosario generó la reacción del comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), Álvaro Pico Malaver, quien se refirió con un no a la propuesta del alcalde Carlos Julio Socha, sobre la creación de grupos de vigilancia privada en el municipio.

La controversia surgió luego de que el alcalde les pidiera en días pasados al gobernador Édgar Jesús Díaz Contreras y a Pico Malaver en medio de un consejo de seguridad su apoyo para la conformación de grupos de vigilancia privada para cada uno de los 49 barrios que tiene Villa del Rosario, lo que para el jefe de la Policía es algo ilegítimo y calificado como una propuesta rechazada.

En declaraciones a La Opinión, Carlos Julio Socha expresó que el municipio histórico merece incrementar el pie de fuerza ante la ola de robos y asesinatos, pues resulta difícil para un cuadrante, compuesto de una moto y dos Policías, asistir a los lugares asignados, que por lo general son siete barrios para cada uno.

Por eso quiere reunir un promedio de 300 hombres a los que busca uniformar y dotar de radio de comunicaciones y armamento no letal, como pistolas de dardos y gases paralizantes para que cuiden las calles del municipio, esto con el fin de disminuir entre otras, los homicidios, que hasta mayo se contabilizaban en 34.

Sin embargo, el coronel Pico Malaver resaltó que en Villa del Rosario emergen varias bandas criminales  que en otrora han usado como principal fuente de inteligencia a las organizaciones de vigilancia privada para varios delitos en torno al narcotráfico. “En las investigaciones judiciales que hemos realizado, hemos encontrado cómo se disputan las diferentes organizaciones delictivas el poder sobre organizaciones de vigilancia informal. De llegar a crearse, estas organizaciones de vigilancia se convertirían en el punto de disputa de las bandas criminales porque con esto ellos obtienen vigilancia permanente en los sectores”.

Según su experiencia resaltó que incluso, los mismos vigilantes podrían ser presa de las bandas emergentes de llegar a negarse a hacer parte de sus núcleos. “Quien logre dominar los grupos de vigilancia informal, casi que logra el poder en una zona donde operan varias bandas delincuenciales”, resaltó Pico Malaver.

Así mismo rechazó que el alcalde Socha quiera dotar de armamento a la población, así sea indumentaria no letal. “Existe una legislación de Derechos Humanos que no permiten su utilización y por ninguna causa estamos de acuerdo con ese armamento. La actividad de vigilancia está reglamentada en la ley, y no es de libre ejercicio. Y muchísimo menos en la utilización de armas no letales, como las que el señor (Carlos Socha) está mencionando”, recalcó el comandante de la Mecuc.

Agregó que la Policía está dispuesta a ofrecer toda la colaboración en la creación de frentes de seguridad ciudadana, pues los grupos de vigilancia privada en Cúcuta y su área metropolitana han sido una fuente de violencia y mucha inseguridad.

1 Realice Su comentario Aquí:

Anónimo dijo...

Alcalde Carlos Socha ante la dramática situación de inseguridad que se vive en Villa del Rosario, usted como jefe de Policía debe solicitar y exigir de manera categórica al coronel Álvaro Pico Malaver, comandante de la Policía Metropolitana, la puesta en marcha de acciones contundentes, como un permanente Plan Candado, aumentar la captura y judicialización de expendios de droga, rotar los comandantes de cuadrantes e identificar falencias en equipos logísticos, para mejorar la seguridad.

La reasignación de los comandantes de cuadrantes, es un intento por aumentar la eficiencia del cuerpo armado en su lucha contra la delincuencia.

Las cifras de inseguridad son escandalosas, la crisis de inseguridad local, vulnerada por frecuentes asesinatos, atracos, paseos millonarios, robos, estafas, violaciones, entre otros delitos, que han reducido la percepción de seguridad de los rosarienses a sus niveles más bajos.

Esta situación exige en un término perentorio la intervención policial y la judicialización de quienes se dedican a estas actividades ilícitas.

Hay que exigirle a la Policía para generar presencia y control en los puntos críticos identificados por la ciudadanía.