Municipios sin regalías esperan respuesta del Gobierno

Luego del revuelo que causó el tema de los recursos de las regalías directas en el departamento, de las que el Gobierno central tiene destinado para aportar a los municipios según su producción para proyectos de impacto local, una propuesta surgió, esta vez por parte de los pueblos que no están incluidos en ‘la mermelada de la tostada’, calificativo que se usó por parte del Estado para referirse a los dineros.

La iniciativa fue del alcalde de Villa del Rosario, Carlos Julio Socha, quien aprovechó que fue elegido como representante de los municipios no productores de petróleo, entre otros, para que los representara en la comisión rectora del Sistema Nacional de Regalías.

Tal propuesta, que ya fue enviada a la Dirección de Regalías, al Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade) y a Planeación Nacional, consiste en que se aporte un 10% de los recursos destinados en todo el país a los 344 que dejaron de recibir los dineros por no ser considerados pobres.

“El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) concluyó que los recursos llegaran a los municipios más pobres de acuerdo a los que se conoce como Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Esta medición hace que si se está por encima de 35, si le llegan recursos; nosotros que quedamos por debajo, no tenemos ese aporte”, comentó Carlos Julio Socha.

Se estima que Los Patios, Chinácota, Bochalema, Ocaña, Gramalote y Pamplona estén en la misma situación.

Pese a eso, el alcalde de Villa del Rosario aseguró que su municipio está en pobreza extrema y requiere de ese aporte.

“Tenemos este mes en la mesa de conciliación para que nos aprueben ese 10%para municipios de cuarta, quinta y sexta categoría. En la parte jurídica la cosa es viable, y entonces esperamos que esa mermelada llegue a los municipios”, añadió el alcalde.

Se estima que de llegar a ser positiva la respuesta del Gobierno central, los aportes estarían encaminados de acuerdo al ingreso per cápita y número de habitantes de cada población, lo que indicaría que a Gramalote, que fue considerado por el DANE en 2005 un sector sin necesidades básicas, podría recibir $130 millones por más de 6.000 personas que habitaban el casco urbano