¿Monumento o basurero?



En días pasados publicó La Opinión un dramático informe gráfico sobre el estado de total abandono y descuido en que se encuentra el Complejo Histórico de Villa del Rosario. Más que un monumento nacional este templo de nuestra historia es un muladar que refleja la desidia e indolencia de nuestras autoridades: aguas malolientes estancadas por la ruptura del sistema de alcantarillado, botadero de escombros y basuras, maleza por todas partes y árboles derribados, pintados o a punto de caer. Toda una gran manifestación de incultura, falta de civismo y despreocupación de las autoridades. No es la primera vez y seguramente no será la última que este diario denuncia tan bochornoso abandono.

El complejo histórico de Villa del Rosario lo conforman el Parque Grancolombiano, la casa natal del general Santander, las ruinas del templo donde se reunió el Primer Congreso de la Gran Colombia en 1821, la Casa de Gobierno conocida como La Bagatela, las ruinas de la capilla de Santa Ana donde fue bautizado Santander y reposan los restos de los expresidentes Juan Germán Roscio y Luis Eduardo Azula; y El Tamarindo, árbol bajo cuya sombra se reunieron los diputados durante los recesos de las sesiones del Congreso.

En 1971 fue declarado Bien de Interés Cultural de carácter Nacional y en 2005, el Ministerio de Cultura y la Gobernación de Norte de Santander firmaron un convenio para la contratación de la Primera Fase del Plan Especial de Protección (PEP), cuyo objetivo es recuperarlo para el disfrute de las actuales y próximas generaciones.

Del cuidado y atención de la casa natal del General Santander se encarga Corpatrimonio.

Para la recuperación temporal e inmediata del complejo histórico se requieren 20 millones de pesos, una cifra modestísima frente a los 3.000 millones de pesos que están represados en el Ministerio de Cultura por la no adopción del Plan Especial de Manejo y Protección. El que estén represados esos recursos muestra a las claras la falta de gestión e interés del Departamento y del municipio de Villa del Rosario.

El alcalde de este municipio anuncia como una gran solución que va a liderar una jornada de limpieza del parque Grancolombiano y que solicitará a la Policía Comunitaria vigilancia permanente, ya que el sitio esta convertido en una “olla” de drogadictos y expendio de estupefacientes.

La limpieza, el aseo y la vigilancia del complejo histórico tienen que ser permanente y es obligación de las autoridades de Villa del Rosario.

Lo que se requiere de parte de la gobernación, del municipio y de la comunidad en general es más compromiso, voluntad y decisión para que ese lugar sea el sitio histórico y turístico que tiene que ser.

Tomado de la Opinión

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