Con ‘fortaleza’ se le devuelve la dignidad a la gente



Las estudiantes de diversas universidades hacen sus prácticas en esa fundación.
No es cucuteño, pero lo trajo aquí el amor por la que hoy es su esposa, con quien tiene tres hijos. En esta franja fronteriza abrió un espacio a esas personas, que por una u otra razón, han caído en el mundo oscuro de la drogadicción.

Jesús Restrepo Sánchez empezó su labor, el 21 de marzo de 1991, en Bogotá, donde llegó procedente de Medellín, su tierra natal. Con tres colchonetas y cuatro hombres de la calle le dio vida a la fundación Obat. Casi que silmultáneamente buscó también un albergue para mujeres manejada por mujeres que bautizó ‘Mi Fortaleza’.

Toda esa experiencia la ha replicado en Norte de Santander donde ha ‘salvado’ decenas de vidas que deambulaban por las calles.

En ‘Mi Fortaleza’, fundación sin ánimo de lucro, presta el cuidado, terapia, tratamiento y reposo, a once mujeres, en una casa que alquiló en Villa del Rosario. En Obat se encuentran 51 hombres. Y otro tanto, que ha perdido la cuenta, los ha ubicado de acuerdo con el problema que tenga. “Aquí llegan barbados, con las uñas largas y negras y son bien recibido. A unos se envían a otros centros ubicados en Bogotá o Medellín para que no tengan la opción de caer en la tentación”. Y no solo drogradictos o alcohólicos alberga la fundación, sino también enfermos mentales, personas que han quedado paralizadas, inválidos, ex convictos, indigentes, ciegos, sordos.

Restrepo Sánchez promovió el 7 de mayo como el Día Mundial del Reeducado de las Adicciones y lo formalizó ante notaría porque considera que todos se deben involucrar en el proceso de la prevención, sobre todo en los niños y adolescentes. Su campaña abarca buses, colegios, padres de familia, Iglesia.

Se ha preparado estudiando un poco de todas las ramas de la farmacodepencia para cumplir con el ciclo de conferencias.

Está convencido que en las cárceles deben existir un patio de rehabilitación y se ofrece para iniciar esta labor porque “una persona rehabilitada es un problema menos para la familia, la sociedad, para el departamento”.

Lo recomendable de los centros de rehabilitación de drogadictos es que funcionen en fincas. Obat funciona en una casa confiscada por narcotráfico y prestada por el gobierno departamental.

La finca sería para albergar a los que viven en el Canal Bogotá, a los que están en el Parque Lineal, y someterlos a un tratamiento completo que involucra a siquiatras, neurólogos, sicólogos, hospital Erasmo Meoz.

Estas dos décadas le han dado la satisfacción de aportar un gran grano de arena a tan compleja problemática a este corredor fronterizo que califica ‘inundado’ de consumidores de heroína y cocaína.

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