Los visitantes del cementerio parroquial de Villa del Rosario aún no salen de su asombro por la desaparición de los restos mortales de la niña Dayersi Catalina Gómez Suárez
Los autores de la profanación ingresaron al campo santo en la madrugada de ayer, hurtaron el ataúd de la menor y se llevaron hasta los ladrillos, los cuales no aparecieron al interior de la bóveda número dos (bloque 15) ni en el suelo.
“El cementerio es vulnerable a que cualquiera ingrese a hacer sus fechorías. Pero no entendemos por qué se tiene que jugar con el dolor y los sentimientos de una familia. Rechazamos este acto”, comentó un vocero de la comunidad.
Mientras los habitantes del sector permanecen consternados por el hecho, el sacerdote Alberto Echeverry, quien oficia en el municipio histórico y es el encargado directo del cementerio, prefirió guardar silencio, alegando que no está autorizado por el Obispo, la Policía Metropolitana de Cúcuta y la Sijín para hablar.
El misterio en cuanto al tema es tal, que ni las autoridades, al cierre de esta edición, habían dado con el paradero de los padres de la menor ni pudieron determinar los hechos que ocasionaron su muerte hace 20 meses.
El coronel Javier Francisco Mora, comandante operativo de la Policía Metropolitana (Mecuc), afirmó que el hurto se registró en circunstancias muy raras y preocupantes, pero confía en que sus hombres obtendrán resultados pronto.
“No entendemos para qué se roban los restos de una niña, tampoco podemos decirlo, puede ser porque la familia tendría problemas, pero es muy prematuro hablar de ello. Por eso preferimos esperar los resultados de la investigación”, aseguró.
La comunidad espera que las pesquisas determinen si los restos fueron hurtados para practicar algún tipo de brujería, ahora que se aproxima el día de Halloween.
0 Realice Su comentario Aquí:
Publicar un comentario