Y le salieron con un cuento chino al rosariense Lionard Pajoy


LIONARD PAJOY, DEL Itagüí, se reestrenó con gol en el clásico joven de Antioquia frente al Envigado.


Cuenta la historia de un sueño frustrado.
Regresó de China en busca del Botín de Oro y desde hoy tendrá la posibilidad de empezar a fabricarlo con el Itagüí. A sus 30 años, el hombre de Villa del Rosario, Norte de Santander, es la medicina que el técnico Álvaro de Jesús Gómez aplicará para resolver el problema de gol.
Ese anhelo, antes de irse para tierras asiáticas, después del primer semestre, fue una aventura que duró poco menos de un mes. Lionard creyó que el sueño de consolidarse en el exterior estaba cerca. El empresario le habló de un buen dinero para el Itagüí y para él, pero luego supo que tantas promesas no serían realidad y volvió a Colombia. "Era una ilusión, una bonita oportunidad. En China no había equipo, nada". Entrenó con dos elencos y con el primero estuvo 15 días. Con el otro, cuando iba a firmar, ya se habían cerrado las inscripciones. "Siempre entrené, pero sin acuerdos", cuenta el artillero que, a pesar del mal rato, quedó impresionado con la organización y los avances tecnológicos de los chinos, "cosas que difícilmente se ven acá". Y aprovechó para conocer y comprar regalos para la familia a precios que lo dejaron boquiabierto. Al fin y al cabo, no perdió el tiempo y puede decir que estuvo de "vacaciones" en un territorio exótico, al que regresaría, "siempre y cuando viajara con el contrato ya firmado y en el bolsillo".

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