La crisis del agua en Villa del Rosario continúa y parece no tener pronta solución, pues la más cercana es que deje de llover sobre la cuenca del rio Táchira y que así bajen los niveles de turbidez.
Desde diciembre del 2010 los habitantes del municipio histórico viven todo un calvario, sus tanques nunca se han llenado y el agua les llega esporádicamente.
En lo corrido del año, las medidas de hecho han sido la constante, y los bloqueos viales la mejor alternativa para llamar la atención de las autoridades. Más de 10 bloqueos a lo largo del municipio, incluyendo cuatro en la autopista internacional que conduce a San Antonio del Táchira, de poco o nada han servido y el racionamiento se mantiene.
“La gente no entiende que esta problemática se nos sale de las manos, muchos creen que como acá no está lloviendo, el problema ya está solucionado, pero tienen que saber que hacia Ragonvalia y sectores aledaños la ola invernal sigue, por eso el rio baja con mucho barro y se nos hace prácticamente imposible tratarla”, expresó Sergio Díaz Pulido, gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, Eicviro ESP.
La turbidez actual del río Táchira es de 22.000 unidades nefelométricas y lo recomendado para tratar el agua es de 4.000 unidades.
“Algunas ocasiones y ante las necesidades de la población nos hemos arriesgado a tratar el agua en 15.000 unidades pero se corre el riesgo que sea perjudicial para la salud.” informó Díaz Pulido.
La bocatoma construida de manera artesanal es otro factor que influye en el suministro normal del agua, ya que el sistema no tiene una estructura adecuada que prevenga la entrada de barro al canal y siempre que sube el caudal del río resulta imposible la captación.
“El municipio no tiene un sistema adecuado de captación para hacer algo duradero y de verdadero impacto, por lo menos debe haber una inversión de $30.000 millones”, dijo el gerente del acueducto.
La construcción de una represa y unos desarenadores adecuados a las condiciones que presenta el río, serían las soluciones más adecuadas para remediar definitivamente el problema del agua en la villa histórica.
Según Luis Moros Rangel, jefe de división técnica y operativa, mientras el río abunde no hay nada que hacer. “El municipio no estaba preparado para el fenómeno de la niña y es casi imposible determinar cuándo se darán soluciones definitivas” afirmó Moros.
La crisis se está mitigando con seis carros cisternas que la empresa de acueducto y alcantarillado tiene a disposición por los diferentes barrios, pero el agua no es potable, y sólo sirve para las necesidades básicas.
En un comunicado a la opinión Eicviro E.S.P, solicita a sus usuarios el uso racional y responsable del agua, a fin de contribuir conjuntamente a la solución de la problemática actual.
Defensoría del Pueblo instaura acción popular
En cuanto a los daños sufridos por colectores de aguas lluvias y servidas, y procurando por el derecho a la salud, la Defensoría del Pueblo instauró una acción popular contra la empresa de acueducto, para que se ordene el mantenimiento y limpieza preventiva y correctiva del colector de aguas lluvias, y arreglo de la tubería del alcantarillado localizada en los barrios Turbay, San Gregorio y Antonio Nariño.
La iniciativa fue presentada con el propósito de proteger los derechos de los habitantes quienes deben gozar de una infraestructura de servicios públicos que garantice la salubridad pública.
Según el gerente de Eicviro E.S.P. la acción aún no ha sido notificada a la empresa y por el momento no se pueden referir al tema.
Desde diciembre del 2010 los habitantes del municipio histórico viven todo un calvario, sus tanques nunca se han llenado y el agua les llega esporádicamente.
En lo corrido del año, las medidas de hecho han sido la constante, y los bloqueos viales la mejor alternativa para llamar la atención de las autoridades. Más de 10 bloqueos a lo largo del municipio, incluyendo cuatro en la autopista internacional que conduce a San Antonio del Táchira, de poco o nada han servido y el racionamiento se mantiene.
“La gente no entiende que esta problemática se nos sale de las manos, muchos creen que como acá no está lloviendo, el problema ya está solucionado, pero tienen que saber que hacia Ragonvalia y sectores aledaños la ola invernal sigue, por eso el rio baja con mucho barro y se nos hace prácticamente imposible tratarla”, expresó Sergio Díaz Pulido, gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, Eicviro ESP.
La turbidez actual del río Táchira es de 22.000 unidades nefelométricas y lo recomendado para tratar el agua es de 4.000 unidades.
“Algunas ocasiones y ante las necesidades de la población nos hemos arriesgado a tratar el agua en 15.000 unidades pero se corre el riesgo que sea perjudicial para la salud.” informó Díaz Pulido.
La bocatoma construida de manera artesanal es otro factor que influye en el suministro normal del agua, ya que el sistema no tiene una estructura adecuada que prevenga la entrada de barro al canal y siempre que sube el caudal del río resulta imposible la captación.
“El municipio no tiene un sistema adecuado de captación para hacer algo duradero y de verdadero impacto, por lo menos debe haber una inversión de $30.000 millones”, dijo el gerente del acueducto.
La construcción de una represa y unos desarenadores adecuados a las condiciones que presenta el río, serían las soluciones más adecuadas para remediar definitivamente el problema del agua en la villa histórica.
Según Luis Moros Rangel, jefe de división técnica y operativa, mientras el río abunde no hay nada que hacer. “El municipio no estaba preparado para el fenómeno de la niña y es casi imposible determinar cuándo se darán soluciones definitivas” afirmó Moros.
La crisis se está mitigando con seis carros cisternas que la empresa de acueducto y alcantarillado tiene a disposición por los diferentes barrios, pero el agua no es potable, y sólo sirve para las necesidades básicas.
En un comunicado a la opinión Eicviro E.S.P, solicita a sus usuarios el uso racional y responsable del agua, a fin de contribuir conjuntamente a la solución de la problemática actual.
Defensoría del Pueblo instaura acción popular
En cuanto a los daños sufridos por colectores de aguas lluvias y servidas, y procurando por el derecho a la salud, la Defensoría del Pueblo instauró una acción popular contra la empresa de acueducto, para que se ordene el mantenimiento y limpieza preventiva y correctiva del colector de aguas lluvias, y arreglo de la tubería del alcantarillado localizada en los barrios Turbay, San Gregorio y Antonio Nariño.
La iniciativa fue presentada con el propósito de proteger los derechos de los habitantes quienes deben gozar de una infraestructura de servicios públicos que garantice la salubridad pública.
Según el gerente de Eicviro E.S.P. la acción aún no ha sido notificada a la empresa y por el momento no se pueden referir al tema.
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