Sin contratiempos las votaciones en San Antonio

Con el paso por los puentes internacionales cerrado y sin mayores contratiempos, se desarrolló el proceso electoral de este domingo en los municipios Bolívar y Pedro María Ureña, en cuyos centros de votación hubo presencia permanente de electores.

En los 30 centros de votación de Bolívar, algunas mesas se tuvieron que conformar con miembros de reserva o testigos, en vista de que unos miembros principales no asistieron, pero ello no fue impedimento para iniciar el evento electoral, aproximadamente a las 7 de la mañana. En algunos centros de votación de San Antonio el proceso se inició sobre las 8 de la mañana, debido a la ausencia de los miembros principales.
En el municipio Bolívar funcionaron 30 centros de votación, en los cuales se instalaron 103 mesas, para un universo de electores superior a los 50 mil. Los miembros del Plan República acordaron los diferentes centros de votación, para impedir que vehículos, motocicletas o personas que nada tenían que ver con la elección, se acercaran a la entrada de los centros. Los militares también estaban pendientes de que todo aquel elector que ya hubiese ejercido su derecho, se retirara del interior del centro de votación.

2 Realice Su comentario Aquí:

Alexis Balza dijo...

Diferencia. Ellos dicen "no volveran" y los tachirenses decimos "NO ENTRARAN", felicidades tachirenses, felicidades Venezuela DEMOCRATICA

Leonardo Monsalve, colombovenezolano, dijo...

Lo único que van a conseguir con el retorno de la caverna oscurantista del Opus Dei es la exclusión y el hambre para el pueblo como en el pasado. Precisamente estos copeyanos retardatarios casa-solas, enemigos furibundos de los colombianos que nunca dieron pie para la legalización de nuestros compatriotas en el interior de ese territorio y los persiguieron implacablemente. Este grupo político, hermano ideológico del Partido Conservador, que fue un desastre en manos de Rafael Caldera (en su último mandato hizo las veces de presidente entre bastidores su yerno, y el renegado Teodoro Petkoff fue su ministro de la oficina central de Coordinación y Planificación, CORDIPLAN, impulsando los procesos neoliberales de privatización de las empresas del Estado), y en el de Luis Herrera Campis (¿recuerdan el Viernes Negro de 1984 que marcó el inicio de la devaluación del bolívar?). Ahora armando un bochinche con su triunfalismo quieren poner un pote de humo a sus desaciertos del pasado erigiéndose ridículamente como los redentores. Los que conocemos la historia sabemos que AD y COPEI fueron siempre un gobierno de cogollos arrodillados al imperio entregando sumisamente los recursos energéticos y ecológicos, tal como lo hace la oligarquía colombiana.

Si hacemos memoria electoral, esto que los vendepatria de los partidos tradicionales y los grupúsculos que lo acolitan llaman 'triunfo', no tiene fundamento. En relación con la última asamblea perdieron 20 curules. Entonces, cuáles son sus cuentas. Era para que después de cinco años de sequía, hubieran superado al partido de gobierno. Pero la realidad es bien distinta.

Lo que queda demostrado después de ganarles por décima quinta vez en estas elecciones parlamentarias trasparentes donde recuperaron buena parte de los cargos que irresponsablemente abandonaron creyendo que podrían propiciar la invasión de los marines de los EE.UU.para quitar a Chávez del camino, es la vocación democrática del proyecto político que se desarrolla en Venezuela que es incluyente y participativo.

Ahora sí, en los debates que se adelanten en la Asamblea Legislativa se van a tener que quitar el antifaz de sus apetitos personales porque como proyecto de país ya sabemos qué es lo que quieren: servirle de alfombra a los intereses gringos que necesitan urgentemente gobiernos complacientes para la entrega ignominiosa de los recursos naturales gracias a estos vendepatrias. Por ahora quedaron atrás sus planes golpistas para repetir el experimento de Honduras y frente a sus cáculos perversos habrá siempre un pueblo vigilante, al mismo ignoraron y que este gobierno visibilizó, que no estará dispuesto a ceder sus conquistas en salud, educación e infraestructura, y menos sus riquezas a las multinacionales del imperio.