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Ante un gobierno que se caracteriza por la improvisación y el atropello, los comerciantes queremos recordarle que somos quienes generamos empleo digno y jalonamos el desarrollo transformando la cara de la ciudad. Nuestros impuestos, si la comunidad no lo sabe, no tienen otra destinación distinta que el pago de los burócratas de la administración municipal; por tanto, no es justo que para quienes contribuimos con el fisco nos estén imponiendo año a año unas tasas gravables que devoran las modestas utilidades que podemos obtener. Somos conscientes del pago de nuestras obligaciones, pero dentro de una política racional que respete la estabilidad económica del comercio formal. La alcaldía debiera en primer lugar plantearse una restructuración de su planta de personal para reducir el gasto público eliminando cargos innecesarios que solamente pretenden pagar favores políticos o la sumisión incondicional de ciertos personajes, antes de cargar a los comerciantes e industriales de la ciudad todo este fárrago laboral improductivo como son las corbatas y las sinecuras de la politiquería.
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JC: otro de los chicharrones que tiene que afrontar nuestra alcaldesa, pero con su capacidad y liderazgo sabra manejar esta situación
No Roque ya no quiere pero pagar es nada!!!!!!!
Alcaldesa no se deje chantajear por esta gente
Ante un gobierno que se caracteriza por la improvisación y el atropello, los comerciantes queremos recordarle que somos quienes generamos empleo digno y jalonamos el desarrollo transformando la cara de la ciudad.
Nuestros impuestos, si la comunidad no lo sabe, no tienen otra destinación distinta que el pago de los burócratas de la administración municipal; por tanto, no es justo que para quienes contribuimos con el fisco nos estén imponiendo año a año unas tasas gravables que devoran las modestas utilidades que podemos obtener.
Somos conscientes del pago de nuestras obligaciones, pero dentro de una política racional que respete la estabilidad económica del comercio formal. La alcaldía debiera en primer lugar plantearse una restructuración de su planta de personal para reducir el gasto público eliminando cargos innecesarios que solamente pretenden pagar favores políticos o la sumisión incondicional de ciertos personajes, antes de cargar a los comerciantes e industriales de la ciudad todo este fárrago laboral improductivo como son las corbatas y las sinecuras de la politiquería.
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