“Estamos a pocos días y sesiones de hacer el cierre definitivo de este proceso que hemos venido realizando junto a víctimas del conflicto armado, campesinos, organizaciones sociales locales e internacionales, estudiantes, maestros y otros actores fundamentales con quienes hemos atendido 280 solicitudes en 14 mesas de sectores específicos que requieren del compromiso del gobierno local, regional y nacional en la búsqueda de más oportunidades para todos”, dijo Serrano.
Acuerdos para la educación, el sector campesino, las comunidades LGTBI, las mujeres, los estudiantes, los vendedores informales, entre otros, son parte de los sectores vinculados por el gobernador en dichas mesas de negociación.
“Quiero exaltar al Departamento, porque este ha sido uno de los pocos que sentó mesas de negociación después del estallido social, donde cada sector aprovechó para exigir una serie de reivindicaciones que de a poco se están dando. Estamos sobre el 70% del cumplimiento en estos acuerdos y esperamos terminarlos a finales de año para la implementación y seguimiento a cada uno de ellos”, comentó el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores y representante de los organismos sindicales en las mesas de negociación, Martín Cruz.
Hoy el departamento tiene grandes retos frente a la conflictividad permanente que hace parte de la agenda diaria de instituciones y organizaciones sociales y, en ese sentido, el acompañamiento de la iglesia Católica es fundamental para que la sociedad civil sea excluida del conflicto que no permite avanzar en Norte de Santander.
“Se están haciendo grandes esfuerzos desde la iglesia Católica junto a la Gobernación y las alcaldías para tratar de dar soluciones a todas estas problemáticas, principalmente, en el Catatumbo y el Área Metropolitana de Cúcuta. Ciertamente, hay una deuda histórica en inversión social para la reconciliación de la región, pero aquí seguiremos apoyando todas estas iniciativas siempre que sean en búsqueda de la paz con justicia social”, comentó el vicario general de la Arquidiócesis de Nueva Pamplona, Oriel Angarita.
“Necesitamos músculo financiero e inversión social, porque no hay pie de fuerza que pueda solventar los vacíos del Estado que debemos brindarle a la ciudadanía en salud, educación, oportunidades de trabajo, entre otros, como la restitución de cultivos ilícitos para que los campesinos tengan otras opciones de desarrollo económico. Si nosotros vamos a tener una población vulnerable en general como la hemos venido teniendo en el departamento hace muchos años, pues obviamente la ilegalidad se va a seguir tomando a la población”, añadió el diputado de Norte de Santander, Carlos Bocanegra.
Finalmente, el gobernador hizo un llamado a buscar los caminos que conduzcan a la paz entre quienes se encuentran en conflicto permanente, en aras de avanzar en importantes proyectos de inversión social que adelanta la administración departamental, como la electrificación rural y la pavimentación de la vía Astilleros – Tibú; el agua potable; la producción de cacao, café y caña; y el proyecto de sustitución de cultivos ilícitos, presentado al gobierno nacional.
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