La devaluación de 4,30 a 6,30 bolívares por dólar, ahondará más la crisis que padece el sector comercial cucuteño, cuyas pérdidas son ya muy significativas ante la ausencia de compradores venezolanos, quienes habitualmente son los mayores consumidores de los productos colombianos en el área de frontera, advirtió Gladys Navarro, directora de la Federación Nacional de Comerciantes -Fenalco- de la seccional de Norte de Santander.
Advirtió la dirigente empresarial, que aunque el tema de la devaluación del bolívar frente al dólar no tomó por sorpresa a los empresarios del área de frontera, pues desde el último semestre del año 2012 esa medida se venía ya acentuando por la baja cotización de la moneda venezolana, con la oficialización del pasado 8 de enero de llevar a 6,30 cada dólar, se concretó algo que ya era temido por los diversos sectores empresariales del eje fronterizo colombo-venezolano.
Cúcuta al igual que San Antonio y Ureña, son un eje comercial muy importante, por eso el tema de la devaluación es algo que nos impacta a todos casi por igual, pero más aún a Norte de Santander, ya que no es un secreto que existe una dependencia muy marcada del comprador venezolano, por lo tanto es muy volátil esta economía y de oportunidades que a veces soplan a nuestro favor y otras en contra como está sucediendo actualmente —, expresó.
Agregó que el diferencial cambiario entre Colombia y Venezuela, hace que Cúcuta tenga en este momento una situación muy complicada, y que muchos comercios y empresas tengan un balance desfavorable y nada promisorio a corto plazo en materia económica.
Aseguró que la crisis económica que se evidencia en Norte de Santander, pero principalmente en Cúcuta, obedece a que el comercio local no ha podido atender la demanda de los cucuteños, una de ellos el desempleo, el cual se ha incrementado en los últimos tres años, a causa de la pérdida del mercado en Venezuela de los sectores manufactureros de la arcilla, calzado y confecciones; producciones de las cuales dependían miles de personas
El 95% de esa producción -prosiguió- tenía como destino Venezuela, pero al no presentarse más ventas hacia ese país, se perdieron más de cuatro mil empleos directos. Como en ese mercado no podemos ya trabajar por múltiples factores, se ha agudizado la crisis económica regional y por ende el cierre de algunas empresas y comercios.
Planteó que sumado a este problema y con la devaluación que se ha decretado, ahora el comprador cucuteño prefiere acudir a San Antonio o Ureña, a adquirir sus productos o alimentos, pues se favorece en una proporción cambiaria de uno a cuatro, lo que indefectiblemente incrementará la crisis y el desbalance comercial para el sector nortesantandereano.
Para paliar la situación económica en materia de empleo y que se reactive la economía de Norte de Santander, dijo Navarro que Fenalco, en conjunto con otros sectores empresariales de la región, ya han elevado al gobierno colombiano peticiones puntuales que propendan hacia la reactivación del empleo e inversión directa en áreas como la recuperación de vialidad, y otros sectores con los cuales se aliviaría en gran medida la depresión económica en la región.
Aclaró que no solamente las preocupaciones en materia de orden económico son para los empresarios y comerciantes nortesantandereanos, sino también para sus homónimos de Venezuela, pues éstos deberán atender la creciente demanda de productos de primera necesidad de los compradores colombianos que se desplacen a ese territorio y la propia demanda interna, la cual se encuentra seriamente golpeada por las restricciones para la adjudicación de dólares e importación de bienes de primera necesidad.
