Más de un centenar de personas, en representación de sectores productivos, comerciales, industriales, aduaneros, transporte, gremios empresariales, operadores cambiarios, partidos políticos y otros actores de la sociedad civil, marcharon este miércoles por las calles de San Antonio del Táchira para solicitar al Gobierno la reapertura de la frontera con Colombia, cerrada hace más de siete meses.
La denominada “Marcha por la dignidad de la frontera”, organizada por la sociedad civil, comenzó en la parte alta de la población y recorrió las calles de la zona comercial, hasta llegar a un sector de la avenida Venezuela y luego retornar hacia la plaza Bolívar de San Antonio.
Hubo participación de algunos comerciantes, industriales, trabajadores, transportistas de carga pesada y transporte de pasajeros, amas de casa, funcionarios de algunos entes municipales, representantes de Fedecámaras Táchira, Cámara de Comercio de San Antonio, militantes de partidos políticos y residentes de la zona que se sienten afectados con la medida de cierre de los puentes internacionales, aplicada por el Gobierno nacional desde agosto del año pasado.
Aunque se esperaba que el comercio cesara su actividad por algunas horas para sumarse a la manifestación, los establecimientos de San Antonio laboraron normalmente. Los participantes marcharon con banderas y carteles, pidiendo al Gobierno la reapertura de los pasos limítrofes.
Nelson Urueña, trabajador del sector aduanero, dijo que “el objeto de la marcha es hacer un llamado claro y contundente al Gobierno nacional, porque estamos necesitando con urgencia que se abra el puente internacional. Se están perdiendo muchos puesto de empleo, porque se está perdiendo ese intercambio que ha habido durante muchos años y, además, es necesario que mantengamos estos lazos de hermandad. El Gobierno tiene que mirar las necesidades que ha generado esta medida, dejar de aplicar políticas centralistas y pensar en el bienestar de las comunidades que residen acá, porque nosotros somos vigilantes de la frontera y no nos pueden castigar de esa manera”.
Refirió que las agencias de aduana, almacenadoras y transportistas de carga están en situación crítica porque llevan más de siete meses sin realizar operaciones laborales y, bajo esas condiciones, ninguna empresa puede subsistir.
Antonia de Silva, habitante de San Antonio, expresó que la comunidad fronteriza pide al Gobierno nacional y regional que se abran los puentes que se mantienen cerrados, “porque para nadie es un secreto que nosotros siempre hemos ido a buscar en Cúcuta los alimentos que no encontramos aquí en San Antonio, también las medicinas que no se consiguen aquí. Igualmente, es costumbre ir a visitar a nuestros familiares en territorio colombiano; por eso nos duele en el alma esta situación que estamos pasando”.
José Luis Carrillo, presidente de la línea Unión Transporte Internacional, de Rubio, y Jorge Martínez, presidente de otra empresa de transporte por puesto que cubría la ruta San Cristóbal-Cúcuta, y viceversa, expresaron que el cierre de los puentes afectó a trece líneas legalmente establecidas que prestaban el servicio en la frontera binacional. Expresaron que los vehículos de esas líneas, en su mayoría, están parados y sus propietarios, conductores, avances, junto con su respectivo grupo familiar, están pasando toda clase de necesidades porque perdieron la fuente de empleo.
Por su parte, el presidente de Fedecámaras Táchira, Daniel Aguilar, manifestó que el pueblo de San Antonio y Ureña no entiende por qué el Gobierno mantiene cerrados los puentes internacionales, cuando deberían de estar abiertos, con base en los convenios internacionales firmados entre Colombia y Venezuela, para el libre tránsito de personas y mercancías, dentro de las normas previamente establecidas.
Refirió que el cierre de la frontera no ha resuelto el problema de desabastecimiento en Venezuela, el cual solo se solventará produciendo, permitiendo la importación de insumos, materia prima, maquinaria y equipos. Señaló que gran cantidad de empresas de San Antonio y Ureña están paralizadas actualmente porque no hay con qué trabajar; en segundo lugar, porque la mano de obra calificada está del otro lado y se necesita que venga de Colombia. Aguilar dijo que “en la frontera, quizás todos han fallado, deben revisar y aceptar su culpa, pero los Gobiernos de Venezuela y Colombia también deben de entender que este es un pueblo vivo, que no puede seguir padeciendo con esta situación y por ello se requiere la reapertura de los puentes internacionales”.