Mujeres víctimas de Villa del Rosario sembraron un ‘jardín para la Vida’

La casa de María Aminta Barreto --localizada en el barrio Nariño de Villa del Rosario-- fue el lugar escogido por veinte mujeres víctimas, residentes en este municipio nortesantandereano, para diseñar un bello jardín que representa el renacimiento de sus vidas luego de padecer los horrores del conflicto armado.

El grupo eligió un rincón del patio de la humilde vivienda para llenarlo de durantas, una preciosa planta lugareña de color verde-amarrillo. Antes, Matilde, una de las hijas de María Aminta le había mostrado a sus compañeras el aviso que talló en la pared del jardín en donde, además de flores y corazones se leía: ‘Renacimiento de una nueva vida’.

Las veinte víctimas hicieron el acto simbólico después de terminar el taller de Reparación Emocional y de Acompañamiento a la Recuperación Integral de las Víctimas, dispuestos por la Unidad para las Víctimas como estrategia para que esta población supere su hecho victimizante.

“La verdad fue que nos ayudó mucho. Yo, por ejemplo, ya le hablo a mi tía, puedo saludarla. No quiero hablar más de eso (hecho victimizante), pero ya la perdoné”, reveló Eliana Sosa, quien  perdió a su papá en el conflicto armado,  y señaló a su tía como parte responsable del hecho.

“En esos talleres uno aprende a recordar lo que pasó, pero sin tanto dolor, a continuar la vida, a volver a reír, a vivir”, dijo, a su turno, Mileiny Bautista, otra de las participantes.

El patio de la familia Barreto Castro no fue escogido para este acto al azar. Aminta perdió sus cuatros hijos varones en el conflicto armado. La familia vivía en Arauca cuando un grupo armado ilegal se los llevó, en 1995. Dos aparecieron muertos a los pocos días. Dos nunca aparecieron.

“Mamá cuidará muy bien este jardín, pero además esta casa es de puertas abiertas para cuando quieran venir a regar su duranta”, aseguró Matilde, mientras sus compañeras enterraban la planta, y con ella su dolor.

Entre risas y camaradería, algunas sugirieron establecer la fecha del 1º. de diciembre de cada año como una fecha para celebrar la nueva vida que cada una emprende ahora. “Ahora que, dicen, ya aprendimos a dejar atrás el dolor de la guerra”.