Como una navidad triste, así definieron, los deportados la celebración de la noche buena, en medio de sus condiciones sociales y económicas, hoy muchos de ellos, no tienen empleo y sobreviven de la informalidad en una tierra que aseguran se rehúsa a aceptarlos donde en algunos casos aún son sindicados de pertenecer a organizaciones delincuenciales que operaban en la zona de frontera.
“Una navidad oscura, no estábamos en nuestra casa porque nos sacaron de nuestras viviendas en Venezuela y la verdad el apoyo que prometió el Gobierno ha sido muy malo porque se cumplieron los tres meses de arriendo y ya nos dejaron abandonados a nuestra merced a lo que nosotros podamos hacer y con lo que podamos sobrevivir.” dijo uno de los deportados que aún permanecen en Cúcuta en dialogo con Caracol Radio.
Mientras tanto, los colombianos residentes en Venezuela, incrementan a diario las solicitudes de retorno voluntario al país por la crisis social y económica que persiste en el vecino país. Precisamente, esta situación opaco las festividades decembrinas para los venezolanos, al otro lado de la frontera.
En la zona de frontera, el cierre de los pasos internacionales y el desabastecimiento de alimentos opaco las festividades decembrinas, José Luis Guerrero, Concejal de San Antonio del Táchira.
“De no hacer las hayacas que tradicionalmente se hacían o de hacerlas con algunos ingredientes inusuales ya que los principales no se consiguen por el alto costo y el desabastecimiento que vivimos a diario y esa es una de las caras que vivimos las familias venezolanas por esta fecha.” Dijo, José Luis Guerrero, Concejal de San Antonio del Táchira.
Los dirigentes políticos afirman que cuatro meses después del cierre de frontera, el contrabando de combustible y de otros productos se mantiene en una alianza de la fuerza pública venezolana con organizaciones delincuenciales por las trochas fronterizas.
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