Desde el 18 de abril, 'La Bagatela', considerado el centro cultural de Villa Del Rosario, está cerrado por humedad.
La humedad y los hongos condujeron al cierre del centro histórico y monumento cultural 'La Bagatela', en Villa del Rosario. Las autoridades culturales del municipio argumentaron que la falta de presupuesto para fumigar y reestructurar el lugar tiene bloqueado el ingreso de la comunidad.Eliana Jaimes, Secretaria de Cultura y Educación de Villa del Rosario, dijo que desde comienzos de año han ocurrido problemas de salubridad en el antiguo museo.“Es por la abundante humedad del lugar. La persona que teníamos para que estuviera al frente de 'La Bagatela' presentó síntomas de enfermedad, los trabajadores tuvieron alergias y afecciones respiratorias, porque (la casona) no es apta para que alguien esté dentro más de 30 minutos”, afirmó.La funcionaria señaló que los ácaros se filtran en la madera de los cuadros y los estantes, y los hongos se impregnan en el papel de los libros.
La humedad se origina hace muchos años y es imposible saber exactamente qué la causó.Después del cierre, los empleados que se enfermaron fueron remplazados, y los que llegaron salieron por la misma razón. “Se presume que son las lluvias de los últimos meses las que han agudizado el problema”, recalcó Jaimes.
Los visitantes manifestaban que al ingresar al museo no podían respirar con normalidad. Hay salones que se mantienen cerrados, uno es la biblioteca, y al parecer los textos están contaminados con hongos. Otro, es la sala de Museología.
Un intruso
Día y noche, 'La Bagatela' permanece desolada. La única seguridad son varias piedras grandes que impiden que los carros se estacionen sobre el andén. Vecinos contaron que un hombre salta la barda y prende y apaga las luces. Ni la Secretaría de Cultura de Villa del Rosario ni la Policía tienen conocimiento de este hecho.
La solución
Hasta ahora, solo dos fumigaciones externas se han hecho en el lugar, para erradicar los moscos y los zancudos de las zonas verdes. Entre tanto, no hay un remedio para acabar con los otros pobladores, y que dañan el lugar donde Antonio Nariño editó por primera vez los derechos del hombre.“Para arreglarlo y acondicionarlo, tendría que hacerse una adecuación de la infraestructura total. Hay que desmontar el techo y sabemos que vale mucho dinero.
Las fumigaciones son superficiales, habría que revisar pared por pared para cumplir con una inspección real”, reveló la secretaria Jaimes.Solo se han adelantado adecuaciones del fluido eléctrico. “No se puede hablar de cifras, porque son muchos millones de pesos los que cuesta el arreglo y eso es lo que se está trabajando por medio de concertación con el Ministerio de Cultura”, agregó.En los cumpleaños del municipio, el 18 de mayo, se organizó una ruta turística para mostrarles el Museo Itinerante a los empleados de la administración municipal y de los organismos descentralizados.“El recorrido fue corto. Tuvieron que entrar rápido, observar y salir, para evitar cualquier tipo de enfermedad”, recalcó Eliana Jaimes.La Secretaria de Cultura reveló que no se tiene una fecha estipulada para reabrir 'La Bagatela'. Se han desarrollado dos reuniones para tratar el asunto, y hay un proyecto con el que la alcaldesa Emperatriz Misse viajará a Bogotá para gestionar recursos para la apertura.
En 'La Bagatela'La casa llamada impropiamente 'La Bagatela' era para la época de 1.821 de dos planteas, que fueron derribadas con el terremoto de 1.875. Allí funcionó el poder ejecutivo y fue residencia de los vicepresidentes Roscio, Azuola, Nariño y Castillo.
La casa fue remodelada en 1.971 por el Ministerio de Obras Públicas. El nombre de 'La Bagatela' le fue dado por un tendero que la habitaba hace 51 años, porque quiso recordar el periódico que fundó Antonio Nariño en Santa Fe en 1.812 durante la época de La Patria Boba. Una vez remodelada la edificación, allí se mantuvo el museo Gran Colombiano, pero hacia los años 80, la tomó el Banco Popular, para establecer un museo arqueológico y la biblioteca de autores colombianos.En los últimos cuatro años, se han desarrollado el museo fotográfico, los festivales folclórico por parejas y de villancicos y aguinaldos, con más de 70 coros infantiles, y las fiestas patronales de Nuestra Señora del Rosario.
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Nunca se habían visto tantos yerros y tanta mentira en una información como la que pudimos leer el 28 de agosto en el diario La Opinión sobre el cierre del monumento nacional La Bagatela.
La presencia de humedad y ácaros es algo que está en nuestro hábitat, y arguir estos factores para la clausura de un sitio tan importante por parte de la vocera de la cultura desdice mucho de nuestra gobernante que ha demostrado desde el principio su desprecio por los valores regionales.
Eso de afirmar que La Bagatela "no es apta para que alguien esté más de 30 minutos" y que sus "trabajadores presentaron síntomas de enfermedad" es la justificación más ladina y miserable que pudieron argumentar el par de advenedizas. Por ese monumento pasaron otros funcionarios más de cuatro años cada uno y ninguno adquirió tuberculosis ni alergias respiratorias. Por eso es sorprendente que en apenas dos meses la última persona que desempeñó el cargo hubiera padecido tantos males juntos.
Eliana Jaimes para quienes no la conozcan es una lagarta de tiempo completo sin ningunos arrestos éticos y con un absoluto desconocimiento de la idiosincrasia de los rosarienses. Durante los tres largos años que estuvo en la Casa de la Cultura no presentó ningún proyecto cultural de alguna trascendencia, sino que conforme a su vocación se dedicó a medrar en el cargo con su sueldo de más de un millón de pesos y a la correspondiente mordida de los escasos eventos culturas que realizó (el ex concejal Víctor Galvis puede dar referencia de cómo se guardó para ella parte del producto de las entradas del Primer Festival de Bandas).
Lo que sí es cierto es que esta funcionaria es más dañina que la misma humedad y los ácaros que dice ella que generaron la clausura irresponsable de La Bagatela (q.e.d.).
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