Venezolanos, cercados por la pandemia y la dictadura: opinión de Ricardo Ospina


La pandemia del coronavirus ha generado graves dificultades a millones de personas en Colombia, incluyendo a los venezolanos que viven en el país y que en un porcentaje importante, han decidido emprender el regreso a Venezuela, muchos de ellos con hambre y sin oportunidades de conseguir el sustento diario.

También están llegando al país, miles de venezolanos por la frontera con Ecuador, que han emprendido largas caminatas desde Chile, Perú y otros países, intentando regresar a sus casas hasta que pase el “chaparrón” del COVID-19.

Pero lo más preocupante de esta nueva realidad, que ha llevado hasta ahora a que cerca de 70 mil venezolanos hayan regresado a su país, es que el régimen de Nicolás Maduro decidió restringir de manera considerable el ingreso de sus connacionales a su territorio.

Según informó el director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, Venezuela decidió que a partir de ahora, los pasos fronterizos solamente serán abiertos tres veces por semana y únicamente estarán habilitados hasta que crucen 300 personas por los puentes en la frontera con Norte de Santander.

Esa nueva realidad puede ocasionar una verdadera “bomba de tiempo” porque el gobierno del presidente Iván Duque decidió suspender temporalmente la contratación de buses para el traslado de venezolanos hacia las ciudades fronterizas, ante la imposibilidad de garantizarles una vida digna mientras esperan días o semanas a que puedan cruzar hacia su país.

En este momento hay concentración de venezolanos en muchas ciudades y municipios del país, como en Cali, Bogotá, Bucaramanga y Cúcuta y se reactivaron las dramáticas caminatas por las carreteras del país de familias enteras, con niños y abuelos incluidos, esta vez de regreso a su país, por el hambre que comienza a causarles la pandemia.

El Gobierno colombiano y las autoridades locales han hecho todo lo que está a su alcance para garantizarles alimento, techo y salud a estas personas, pero la crisis los está desbordando.

Este es el momento para que la comunidad internacional mire hacia Suramérica y de manera decidida apoye a los países que atienden esta tragedia humanitaria, es tiempo de que la ONU deje de ser un tigre de papel como le dicen sus críticos y asuma un papel activo para atender a millones de venezolanos que hoy están en el peor de los escenarios por la dictadura de Maduro y por la pandemia.


0 Realice Su comentario Aquí: