El comercio informal anuncia nuevas manifestaciones por medidas contra el contrabando.
En medio de una tensa calman amanece la zona de frontera, después de los disturbios registrados en las últimas horas, que dejaron dos personas capturadas y fuertes choques con la fuerza pública, entre comerciantes informales y las autoridades que retomaron el control, ante un bloqueo que tardó más de seis horas.
Los hechos que han mantenido alterada la tranquilidad tienen que ver con el descontento del lado colombiano de cientos de nacionales que a través de actividades como el mototaxismo, transporte de vivieres y combustible y comerciantes de los lados fronterizos han rechazado el cierre nocturno en los pasos limítrofes con Venezuela.
"No es justo que los boinas rojas nos quiten la merca, lo que traigamos de allá, no lo quitan, y si no toca darles liga para que nos dejen pasar. Con esto es que nos ganamos la vida diariamente y con estas requisas todos los días, no nos dejan trabajar. No tenemos más nada que hacer. Entonces qué, ¿robamos?", dijo uno de los motociclistas que se gana su sustento diario entre el ir y venir desde Cúcuta hasta San Antonio, en el estado Táchira.
A raíz de los disturbios, la Policía Metropolitana en Cúcuta anunció que mantendrá el escuadrón antimotines de manera permanente las 24 horas, para evitar desmanes y que la movilidad se vea interrumpida por manifestantes.
El comandante de la institución, coronel Gonzalo Carrero, dijo que "no podemos permitir que un grupo nos genere estos brotes de violencia y el paso de los ciudadanos colombianos y venezolanos se va afectado por estas protestas, que hemos intentado persuadir, llamar la atención al respeto y normas, establecidas entre los dos gobiernos para cerrarle el paso a actividades ilícitas en la zona limítrofe".
Del lado venezolano, las autoridades han incrementado la presencia de la guardia, el Ejército y la Policía sobre los puentes internacionales, dentro de la nueva estrategia para cerrarle el cerco al contrabando y evitar que los productos de la canasta familiar del vecino país terminen en los hogares colombianos.
Los hechos que han mantenido alterada la tranquilidad tienen que ver con el descontento del lado colombiano de cientos de nacionales que a través de actividades como el mototaxismo, transporte de vivieres y combustible y comerciantes de los lados fronterizos han rechazado el cierre nocturno en los pasos limítrofes con Venezuela.
"No es justo que los boinas rojas nos quiten la merca, lo que traigamos de allá, no lo quitan, y si no toca darles liga para que nos dejen pasar. Con esto es que nos ganamos la vida diariamente y con estas requisas todos los días, no nos dejan trabajar. No tenemos más nada que hacer. Entonces qué, ¿robamos?", dijo uno de los motociclistas que se gana su sustento diario entre el ir y venir desde Cúcuta hasta San Antonio, en el estado Táchira.
A raíz de los disturbios, la Policía Metropolitana en Cúcuta anunció que mantendrá el escuadrón antimotines de manera permanente las 24 horas, para evitar desmanes y que la movilidad se vea interrumpida por manifestantes.
El comandante de la institución, coronel Gonzalo Carrero, dijo que "no podemos permitir que un grupo nos genere estos brotes de violencia y el paso de los ciudadanos colombianos y venezolanos se va afectado por estas protestas, que hemos intentado persuadir, llamar la atención al respeto y normas, establecidas entre los dos gobiernos para cerrarle el paso a actividades ilícitas en la zona limítrofe".
Del lado venezolano, las autoridades han incrementado la presencia de la guardia, el Ejército y la Policía sobre los puentes internacionales, dentro de la nueva estrategia para cerrarle el cerco al contrabando y evitar que los productos de la canasta familiar del vecino país terminen en los hogares colombianos.
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