El gobierno venezolano prefirió escoger a sus mandatarios sin contar con el voto de los vecinos nortesantandereanos, a quienes amenazó con detener en caso de que se atrevieran a cruzar la frontera.
Centenares de colombo-venezolanos residentes en Norte de Santander sintieron el pasado domingo el rigor de las medidas del gobierno de Hugo Chávez, que ordenó cerrar la frontera durante 30 horas negándoles la posibilidad de elegir a los nuevos mandatarios regionales en el estado Táchira.
Aunque el anuncio lo había hecho público desde mitad de semana el general de División de la Guardia Nacional, Isbelis Delgado Cruz, fueron muchos los residentes en el área metropolitana de Cúcuta, con cédula venezolana, que se quedaron con la intención de sufragar en Urena y San Antonio porque cuando llegaron a los puentes internacionales los encontraron bloqueados por las autoridades del vecino país.
Uno de los afectados fue Antonio Suárez, conductor de un taxi venezolano, que salió a las 6 a.m. de su casa en
Villa del Rosario en compañía de su esposa y una hija, pero no pudo llegar hasta San Antonio del Táchira. Una barricada de alambre de púas, atravesada a todo lo ancho de la vía, se lo impidió.
"Desde que me conozco, nunca hubo paso para los vehículos y motos, pero la gente sí podía pasar, unas veces por el puente y otras por las trochas. Fue una medida arbitraria y no se sabe si fue idea de la oposición o del Gobierno trancar el paso, no sabemos cuál de los dos fue el que tuvo nervios de perder las elecciones", explicó Suárez.
También hubo venezolanos que no pudieron votar en el Táchira porque estaban en Colombia y los sorprendió el cierre total de la frontera.
Este fue el caso de Donald Berduque, que reside en Cúcuta y Geraldine Suárez, quien el día anterior había ido a la capital nortesantandereana a visitar a una tía enferma. Ambos no tenían información de que no podían pasar y se quedaron con la intención de sufragar por sus respectivos candidatos.
"Nos quitaron el derecho de votar, ya que nadie informó que iban a cerrar por completo la frontera", se quejó Suárez, mientras Berduque alegó que no había ninguna ley en la Constitución venezolana que les prohibiera ingresar a su país. "Las barricadas que colocaron no son comunes y no tienen antecedentes, ya que nos trataron como a unos secuestrados", denunció.
Previo a las elecciones del domingo, el alcalde de Ureña, Jesús María Mendoza, había dicho que las autoridades debían ser elegidas por quienes viven en Venezuela.
"Debe ser así para que tengamos más base y fundamento de que los mandatarios elegidos trabajen por quienes habitamos en territorio venezolano y no tengan compromisos con personas que viven fuera de él, ya que puede llevar a que tengan que delegar algunas funciones cuando esas personas vienen a reclamar lo que les prometieron en la campaña", justificó Mendoza.
Pese a las restricciones del gobierno de Hugo Chávez de escoger a sus mandatarios regionales sin contar con el voto de los vecinos colombianos, a quienes de paso ordenó con detener en caso de que se atrevieran a pasar, la oposición logró un avance importante sobre el oficialismo en esta frontera con Colombia, pues de las 29 alcaldías del estado Táchira 13 quedaron en manos de partidos antichavistas, aparte de la Gobernación.
En las elecciones de hace cuatro años, la oposición había logrado solo seis triunfos municipales, contra 23 del oficialismo, lo que ahora significa que aumentaron siete a los que tenían.
El último 'bloqueo oficial' en los puentes internacionales que unen al Táchira con Norte de Santander había ocurrido hace 11 meses, cuando su país le negó a Chávez la posibilidad de perdurar en la presidencia de Venezuela. Esa vez el cierre de la frontera fue diferente al que acaba de ocurrir: no hubo protestas y barricadas, aunque el dinámico intercambio comercial desapareció de manera temporal.