Temor a medirse la ropa espanta a compradores de tiendas


Los almacenes de ropa siguen siendo golpeados por la pandemia, pues pese a que muchos ya abrieron, están registrando bajas ventas por el miedo de los clientes a medirse las prendas.

Angélica González, propietaria de Coquette Boutique, del centro comercial Gran Plaza, de Medellín, calificó como complicado el hecho de vender ropa para mujeres sin que se la puedan medir. Por dicha razón, narró que las ventas han sido muy bajas, porque, de cualquier modo, la forma como quede la prenda determina que la persona la compre o no.

Una de ellas es la marca Wanitta, en la cual, si bien las personas no pueden medirse las prendas, sí pueden hacer cambios y la ropa que vuelve al almacén entra a cuarentena y es enviada a la bodega central de la marca, donde se le hace el proceso de desinfección. 

"Desde el ingreso se exige tapabocas e incluso tenemos unos para vender. Luego se hace el proceso de desinfección tanto para el cliente como para la persona que lo va a atender dentro de la tienda, la cual, a su vez, es desinfectada cada 2 horas. Ya si la persona quiere medirse una prenda, se desinfecta esta y también el probador. Posteriormente, si la prenda es devuelta y el usuario no se la lleva, esta se desinfecta y se pone en cuarentena por varias horas", expresó la vocera de Tania.

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