Gobiernos de Colombia y Venezuela, en este momento que tienen la mirada puesta en la frontera, deben de revisar la problemática de contaminación del río Táchira y a través de los entes correspondientes en la región, implementar mecanismos que ayuden a salvar este importante afluente, que ya no sirve ni para el riego de cultivos por el alto grado de deterioro que presenta el agua”, solicitó el exalcalde del municipio Bolívar, Ramón Vivas.
Señaló que el nivel contaminación que presenta el río a la altura de San Antonio y Ureña, y particularmente en sectores como La Mulata, de este último municipio, es grave y preocupante producto del derrame de líquidos, residuos y desechos provenientes de industrias, autolavados, clínicas, hospitales.
Del lado colombiano, todo se descarga en el río Pamplonita y luego llega al río Táchira. Igualmente, del lado venezolano, las aguas negras de las poblaciones de San Antonio y Ureña, los residuos de las industrias, tintorerías, lavanderías, etc., van al río Táchira.
Asegura Vivas que aunque los gobiernos han hablado de implementar planes de carácter preventivo como las “ventanas ambientales” que propuso Corponor, en la práctica nadie ha hecho absolutamente nada prevenir la contaminación del caudal del río Táchira, en cuya cabecera es utilizado para el consumo de la población y también para el riego de cultivos.
Señaló que a la altura de la aldea La Mulata, el grado de contaminación de agua es tan elevado que ya no se utiliza ni para el riego de cultivos agrícolas, porque daña las plantas. Además, el río emana olores contaminantes, se presta para la proliferación de zancudo, que perjudican a la población, creando un ambiente desfavorable para esta región que se proyecta como turística.
El ex alcalde del municipio Bolívar señaló que el problema de contaminación de este afluente binacional debe ser abordado por las autoridades gubernamentales de ambos países, comenzando por las cancillerías. Refirió que el río Táchira es de vital importancia para las poblaciones fronterizas de Colombia y Venezuela porque en las cabeceras el agua se utiliza para el consumo humano, pues de allí se abastecen comunidades del municipio Rafael Urdaneta y más adelante San Antonio y Villa del Rosario a través de las captaciones de El Mesón.
En el valle de San Antonio y Ureña igualmente el caudal es utilizado para el riego de cultivos agrícolas, principalmente de la caña de azúcar, sin embargo, por el nivel de contaminación, los productores se abstienen de utilizar el agua del río Táchira.
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