La escasez y el elevado costo del cemento cuando los empresarios lo encuentran, está retardando la conclusión de obras de construcción en la zona fronteriza que fueron proyectadas para ser terminadas en corto plazo.
La situación fue dada a conocer por Eloy Arturo Marciales, secretario general del Sindicato de la Construcción en el municipio Bolívar, al calificar como muy preocupante la escalada del precio del cemento. “Ya se está consiguiendo el saco de cemento venezolano al mismo precio del colombiano que es traído del vecino país por algunos empresarios en su interés por continuar el desarrollo de sus obras. Cerca de dos mil bolívares está costando el saco de cemento”, acotó.
El Sindicato ha estado siguiendo el desarrollo de algunas obras con proyecciones a ser terminadas en 18, 20 o 24 meses, y algunas ya tienen 3 o 4 años tratando de finiquitar sus proyectos por falta de cemento o debido a su elevado costo.
La escalada de precios de este rubro básico también genera inconvenientes cuando se busca concretar acuerdos con los trabajadores de la construcción, ya sea a través de salarios, contratos y otros, porque el empleador se ve obligado a retirar personal porque el presupuesto no alcanza.
El dirigente sindical reiteró que el alto precio y la escasez de materiales básicos impactan negativamente en el desarrollo de las obras. La falta de cemento, cabilla, acero, bloque y también el encarecimiento de otros materiales como arena, granzón, piedra picada, han frenado el desarrollo de la industria de la construcción en el municipio Bolívar, donde ha sido principalmente el sector privado el que ha emprendido la edificación de infraestructuras.
El problema para conseguir cemento obedece a la eliminación de los cupos que tenían empresas que comercializan estos materiales en la zona fronteriza y al mal manejo en la distribución de este rubro por parte del Gobierno nacional, que es el que ahora maneja las empresas productoras de cemento en el país.
Marciales sostiene que, además, el cemento y la cabilla se ven encarecidos por otros factores que se encuentran en el camino cuando se traslada el producto desde el interior del país o del estado hacia la frontera. “Se presentan hechos irregulares que encarecen los materiales”, afirmó.
Refirió que a algunos ferreteros de la frontera que anteriormente comercializaban productos como el cemento les eliminaron el cupo, mientras que los constructores deben someterse a las largas colas de espera cuando hacen el pedido directamente a las cementeras, que se encargan de producir y distribuir este material de construcción. Destacó que la empresa mixta de premezclado que se encuentra en el eje fronterizo viene tratando de hacer una labor encomiable en torno a la distribución del premezclado, sin embargo, cree que también esta planta tiene problemas para adquirir algunos insumos, lo que le impide operar las 24 horas del día y dar respuesta inmediata a la demanda que tienen los constructores de la zona fronteriza.
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