La cotización del bolívar ante el peso colombiano en el mercado cambiario fronterizo continúa siendo inestable, con ligeros repuntes y caídas, día tras día, lo cual hace que las agencias de los Operadores Cambiarios Fronterizos luzcan bastante desoladas.
Tras la drástica caída que experimentó la semana pasada cuando bajó a nueve pesos, en el comienzo de esta, el precio de la moneda venezolana ha tenido leves subidas, con variaciones diarias. El martes el bolívar se llegó a cotizar a 11,30 pesos para la compra y 12,30 pesos para la venta, pero este miércoles retrocedió a 10,50 pesos para la compra y 12 para la venta en las agencias de cambio de la frontera.
Operadores cambiarios expresaron que el bajón que sufrió la semana pasada se debió al alza intempestiva del dólar en el mercado paralelo, pero nuevamente ha bajado un poco el precio de la divisa norteamericana, lo que ha permitido recuperar levemente el valor de la moneda venezolana. Sin embargo, la cotización sigue siendo inestable e impredecible, lo cual causa incertidumbre en el ámbito cambiario y comercial fronterizo.
Los cambistas de San Antonio del Táchira indicaron que debido a la inestabilidad del precio del bolívar, las agencias de cambio de esta localidad lucen desoladas. La actividad de compra-venta de monedas está bastante menguada, ya que son pocos los clientes que se acercan a hacer la conversión, esperando que el precio se estabilice un poco.
Algunos Operadores Cambiarios también se abstienen de comprar la moneda venezolana para evitar pérdidas económicas, situación que obliga a los usuarios a acudir a las casas de cambio de la localidad colombiana de La Parada o Cúcuta, departamento Norte de Santander, donde por lo general el precio del bolívar es un poco más bajo.
En la zona frontera, con la inestabilidad del precio del bolívar, la situación se hace confusa, dada la interdependencia que hay entre las economías de ambos lados de la raya limítrofe, pues como es sabido, muchos artículos, medicamentos, materia prima e incluso repuestos para vehículos que no se encuentran en Venezuela, son comprados en el mercado colombiano con el agravante de que a mayor devaluación, más caro resulta para el venezolano comprar al otro lado del puente internacional Simón Bolívar.
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