30 agosto 2015

Venezuela: las cosas por su nombre


Por: José Manuel Restrepo
Lo anterior para no hablar de la historia poco creíble, casi fantástica, de un supuesto plan desestabilizador del paramilitarismo colombiano, que ya todos ven como signos de simplemente una forma muy poco convincente para desviar la atención sobre los graves sucesos internos en la hermana nación.

No se trata sólo de un país en el que difícilmente se puede hablar de democracia. Se trata también de políticas gubernamentales que todos los días restringen las libertades individuales básicas. Se trata de un gobierno que tiene amordazados a los medios de comunicación y en el que cualquier opinión de disenso es seriamente atacada y enjuiciada. Para no ir muy lejos, Miguel Enrique Otero, director del diario El Nacional, expresó en un evento académico en Colombia que “la verdad es que en Venezuela ya no hay independencia de poderes ni un sistema jurídico confiable… La catástrofe que vive Venezuela por malas políticas, mala gerencia, corrupción desenfrenada y falta de foco en la construcción de un país son cosas evidentes… Ya la libertad de expresión está reducida a su mínima expresión”.

El resultado de lo anterior es que el presiente Maduro tiene una aprobación cercana al 20%, siendo una de las peores en la región. Frente a este panorama, la crisis de frontera no es nada distinto a la forma a través de la cual se esconde un problema económico muy profundo que deja en evidencia el fracaso rotundo del denominado Socialismo del Siglo XXI.

Lo que hay detrás de esta crisis es el resultado de cualquier mercado cuando el gobierno decide intervenir indebidamente, en este caso los precios, generando un mercado ficticio de bienes, servicios, tasas de interés y tasas de cambio.

Se trata de una economía donde, según estudios del profesor de economía aplicada de la Universidad John Hopkins, las estadísticas oficiales están restringidas, la inflación se ubica en más de un 700% (hiperinflación desbocada). Una tasa de cambio de mercado que se ha devaluado en más de un 700%, mientras el gobierno mantiene una tasa oficial a la que nadie le cree y que es más de cien veces inferior a la real. Una economía que seguramente cerrará este año con una caída en el crecimiento del PIB superior al 5,5%, con el consecuente deterioro en el empleo y el bienestar. Súmele a lo anterior una economía en donde el 96% de los ingresos que llegan al país vienen del petróleo y que ha visto la caída a menos de la mitad en los precios de dicho bien. El resultado de lo anterior en el frente interno de Venezuela es la escasez de productos, incluyendo alimentos y medicamentos.

Sin justificarlo, el negocio ilegal del contrabando de Venezuela a Colombia existe justamente por el ficticio nivel de precios internos venezolanos que generan en cualquier mercado el aprovechamiento de oportunidades para generar riqueza a través de comprar productos a un precio falso y venderlos a uno superior. No es nada distinto al resultado de su propia medicina. Mientras tanto, el bloqueo de la frontera genera una crisis social y humanitaria que afecta a más de 400.000 seres humanos que se han visto abocados a abusos indignos e inaceptables para nuestra sociedad. Miles de estudiantes que no pueden movilizarse a sus aulas para educarse. Familias divididas en dos. Y, de igual forma, ataques directos contra el natural comercio de productos colombianos en zonas de frontera, que da respuesta parcial a la escasez autogenerada en Venezuela.

Cerrar la frontera es lo más parecido a atacar el síntoma y no la enfermedad, y difícilmente solucionará lo de fondo. La frontera es demasiado grande para pretender esconder el desastre económico. Que una nación cometa tantos errores en su manejo económico vaya y venga, pero que una nación propicie en estos tiempos una crisis humanitaria de estas proporciones merece el repudio de América Latina y expresiones públicas de organismos internacionales y aquellos gobiernos para quienes los seres humanos aún merecen respeto a su dignidad.

jrestrep@gmail.com / @jrestrp

1 comentario:

  1. ("Jose Manuel Restrepo
    @jrestrp
    Convencido del valor de la Educación en Colombia y de que el país sólo cambia a través de ella. Mis posiciones y opiniones son solo a titulo personal.")

    Que puede ser hasta familiar del gran "José Manuel Restrepo Velez" pero que tienen difernete historia personal...

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