Ante la falta de agua, el restaurante escolar del Barrio Santander decidió cerrar sus puertas, este cierre perjudica enormemente a los niños ya que sin estos espacios no se puede promover y desarrollar hábitos alimentarios saludables, garantizar una dieta que favorezca la salud, promover hábitos higiénicos saludables, desarrollar el compañerismo, el respeto y la tolerancia, así como conseguir un entorno físico y social saludable.
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